Pero hay otro motivo, además, bien señalado por la curadora María José Herrera: “La muestra se propone destacar la importancia histórica de la obra de Lamelas en la Argentina de los años 60 y su rol en el desarrollo del arte conceptual nacional e internacional”.
El preciso recorte desplegado por la curadora no elude el esfuerzo intelectual y material que implica la reconstrucción de obra. De allí la posibilidad de experimentar, para el espectador actual, una obra como Situación de tiempo (1967-2011), instalación con una serie de televisores que emiten en forma continua el ruido de señal, es decir aquello que queda elidido de la programación televisiva. El antropólogo francés David Le Breton señala que el silencio que es permitido en la contemporaneidad es aquel producido por una falla en el dispositivo comunicacional. De alguna manera, Lamelas se acerca a esta perspectiva en tanto vuelve experiencia estética a aquel “desecho” comunicacional, en tanto sentencia desde el texto de sala de 1967 y que se reproduce con atino en la actual reconstrucción: “El contemplador deberá permanecer las ocho horas que la exposición está abierta para participar activamente en el tiempo. También le debe interesar el recorrido de una pantalla a la otra, siendo iguales y a la vez distintos”.
Hay también un sentido vinculado a lo temporal contemplativo que puede rastrearse en Time as activity London (2011) y Time as activity Buenos Aires (2010), videos y fotografías con las cuales se abre la muestra.
Hay en Lamelas una intención de reflexionar sobre el dispositivo que también se extiende a sus obras lumínicas. Tanto Límite de una proyección I y II (1967-2011) como Proyección (1968-2011) juegan con la inmaterialidad de la luz proyectada poniendo en tensión la propia espacialidad que las contiene. En la historia del pensamiento luz e idea se han conformado casi en una tautología. Quizás de aquí devenga un sentido que, aunque desplazado, evoque el propio principio del conceptualismo.
“Site specific es la denominación que reciben las esculturas cuya forma surge específicamente del espacio en el que se desarrolla. Es el caso de Corner Piece (Escultura del rincón), 1966-2011, la forma positiva, la materialidad inversa de un rincón elegido de la sala del Muntref.”, tal como señala su curadora.
En tres de los videos exhibidos, El Dictador (1978), Scheherazade (1980) y Smart people (1991) Lamelas se aproxima a los mecanismos de la formalidad televisiva desplegando una ácida crítica política que alcanza tanto al medio como a las temáticas planteadas: las dictaduras latinoamericanas, la tensión entre el mundo árabe y la moral media estadounidense y los marginados del sistema económico. En tanto, G.U.N. (1997) acentúa un lógica más formalista (blanco y negro, ausencia de sonido directo) que lo distancia de las producciones anteriormente citadas, aun que no exenta de cierta narración extrañada que remite al universo del cine negro.
Verter leche en un vaso, film de 1972, se distancia de estas producciones en tanto sostiene una perspectiva estrictamente conceptual, aunque no prescinde de cierto efecto de sorpresa.
Recuperando la reflexión sobre los medios como constructores de imagen, el cuerpo del propio Lamelas, que ya se había prestado para los videos anteriormente señalados, vuelve a hacerse presente pero esta vez en clave de Rock Star (Character appropiation), serie fotográfica de 1974.
La exhibición se completa con la ambientación sonora Far & lejos, realizada por Lamelas en colaboración y con una Selección de dibujos (1960), cuyos rasgos formales remiten al mundo de la nueva figuración, los cuales se disponen conformando una instalación.

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Hasta el 18 de diciembre en MUNTREF, Valentín Gómez 4838 (frente a la estación), Caseros.