Nota publicada online

miércoles 30 de noviembre, 2016
Casa Tomada por artistas
La Casa del Bicentenario invadida por esta experiencia
por Pilar Altilio
Casa Tomada por artistas

Se trata de una experiencia multidimensional que intercambia escenas, paisajes personales y búsquedas colectivas que configuran una gran ficción de dónde entrever la menor separación entre arte y vida.

Es poco posible decir que en esta experiencia uno va a ver o recorrer simplemente, porque es necesario, para calmar la curiosidad, entrar en vínculos con cualquiera de las propuestas que ocupan los tres pisos y la escalera. Es un proyecto proactivo que tiene los condimentos necesarios para transformar al espectador en un asiduo visitante, degustador de cualquiera de las propuestas posibles: desde leer, hasta pasar por la peluquería, hasta disfrutar de un concierto, de una lectura poética o de talleres para aprender a hacer algo, en vivo. Entrar y llevarse algo, más que una visión de conjunto dentro de un espacio que garantiza asistir a un proyecto de arte.

Luis Terán, Cabeza

La recorrida a pocos días de su cierre es intensa, se percibe el trabajo constante y transformador así como el de otros que han ido abandonando el proyecto. Fue abierta en agosto y desde entonces ha impulsado cambios en las relaciones fijas tanto de los artistas invitados como de los propios trabajadores del museo. Basta un recorrido virtual por la web para entender cómo y qué cosas han pasado ahí a lo largo de este tiempo vivido con intensidad. Redes sociales como Facebook tienen una parte de ese palimpsesto genuino.  Otras como Flickr recogen la diversidad de ciertos momentos con distintos proyectos y recorridos.  Otros momentos musicales y pensantes pueden verse en YouTube.

 

Y es recomendable entrar a verlos porque sólo así se percibe la noción esbozada desde la curaduría atípica de su directora, Valeria González, que se sostiene desde algunos ejes teóricos muy concretos. Ideas que fueron abordadas por Jacques Rancière, Guy Debord, Michel de Certeau, Reinaldo Laddaga, Slavoj Žižek, Georges Didi Huberman y otros grandes pensadores contemporáneos, que han planteado preguntas locales como Laddaga sobre el arte en emergencia o filosóficas sobre la sociedad global que engloba territorios urbanos de todo el mundo. “Se trata de fingir que el espacio público ha sido tomado por artistas y que el museo no cumple su rol de institución pública a través de una propuesta curatorial”, es parte del nodo que explica la ocupación según su directora. También trata de potenciar la idea del rol del trabajo del artista, haciendo que se vuelva público todo el aleatorio equilibrio de sumas y restas que van produciendo una obra. Parte de esas cuestiones toman el concepto de reutilización y de la autoría. Es posible ver graficadas estas dos ideas en proyectos muy disimiles entre sí como el taller de pintura al óleo tradicional del taller de la copista Gabriela Pulopulo como del proyecto de experimentación de Sonidos Mutantes del último piso, donde se pone en discusión los derechos autorales de una industria poderosa como la de la música con el concepto de copyleft.

Julia Cossani, Que tu cabeza vuele entre manos

Si pensamos la importancia del cuerpo dentro de los sistemas tanto de la memoria como de la percepción, hay un recorrido posible. Desde la peluquería de Julia Cossani donde el cabello cortado se vuelve pestaña postiza o la performance Elena Dahn en la que un látex adherido a la pared es removido para que el cuerpo se incorpore a la materia. O que la música haga vibrar todo el cuerpo en el proyecto de piano- cama de Leonello Zambón con partituras varias e invitados programados tanto como voluntarios del público.

Piano cama

El activismo es otro eje donde se pasa desde las cuestiones de ecología del suelo y sus contaminantes al trabajo científico-artístico del Centro de Experimentación e Investigación en Artes Electrónicas (CEIArtE) de la Untref que organizó un concurso de miniaturas sonoras en colaboración con el Centro del Clima de la Cruz Roja con categorías como "Pobreza Cero. Emisiones Cero. Dentro de una generación" o "Aumento del nivel del mar". Desde los talleres de recuperación de tecnología en desuso a los señalamientos de talleres clandestinos de Yaya Firpo que reinventa banderas o los pequeños jardines encerrados en cajitas donde crecen plantas psicoactivas de Fernando Brizuela. Desde la presentación de bandas, bailarines o películas a la invitación de teóricos que postulan su relación con esta gran movida que derriba las estructuras consagradas.

Lujn Funes, Migrantes

"Una manera típica de pensar la relación de la política con el arte consiste en dar por hecho que el arte puede representar temáticas políticas de modo que sea. Pero hay otra perspectiva más interesante: pensar la política del campo del arte como lugar de trabajo. Se trata de mirar lo que el arte hace en vez de lo que muestra" la frase pintada en una pared, apropiada por Roger Colom, artista migrante que hace poesía aleatoria con restos encontrados en sus recorridos, pertenece en realidad la ensayista alemana Hito Steyerl. Enuncia una de las llaves para entender esto que sucedió y sucede allí, como lo sostiene su curadora “intenta movilizar la inimaginable cantidad de supuestos que se asumen por el sólo hecho de cruzar la puerta de un museo” y da contexto a una “actividad viva que hace foco en la precariedad y los potenciales vínculos y relaciones entre artistas, obras, públicos e institución”. Muy saludable por cierto.

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