Nota publicada online

viernes 4 de septiembre, 2020
Carlota Beltrame
"¿Qué extraño? Como muchos, los encuentro reales con mi gente"
"La Sal de la vida" - Hilda Guerrero De Molina -
"La Sal de la vida" - Hilda Guerrero De Molina -

Carlota Beltrame es artista, docente, investigadora y Doctora en Artes. Entre muchas publicaciones, destaca su “Manual Tucumán de arte contemporáneo” acerca del arte actual su provincia, subsidiado por el Fondo Nacional de las Artes, el Consejo Federal de Inversiones y el Ente Cultural TucumánPrimer Premio del Salón Nacional de Artes Visuales (2018). 

Desde Arte Online la convocamos para escuchar sus estrategias frente a este momento tan particular que vivimos.

 ¿Cómo estás pasando esta cuarentena? Ya interminable...

- En más de una oportunidad, no niego que esta situación tan anómala me deja perpleja y debo, hago un esfuerzo agónico por interpretar la realidad más allá de lo que a mí me haya tocado en suerte porque para ser honesta, a mí no me ha afectado demasiado. Siempre me ha gustado estar en casa y ensimismarme con mis cosas, pero claro, cuando escucho las declaraciones de la gente que sale a manifestar a la calle y simultáneamente me entero que ahorita mismo una colega artista de mi cátedra en la Facultad de Artes está con coronavirus… me afecta mucho y a  mi perplejidad se suma la angustia …

 ¿Qué es lo que más disfrutas y lo que más extrañas?

- Disfruto mi casa… mi mundo en suma, en el que se ha sumado la posibilidad de estar arreglando una biblioteca (o un prosaico placard)  mientras escucho alguna conferencia un  encuentro entre intelectuales que me interesan. Antes tenía que salir a buscarlos y leerlos, ahora vienen a mí. También me ha gustado preparar mis clases porque he tenido que revisar todo, actualizarlo, refrescarlo y este proceso barajar y dar de nuevo, me ha dado sorpresas muy gratas ¿Qué extraño? Como muchos, los encuentro reales con mi gente.

¿Estás trabajando en alguna obra en particular? 

- Te comenté que mis procesos son muy lentos. No produzco más que dos o tres piezas por año. Suelo pasarme meses sin tener nada en las manos hasta que luego concreto todo en un mes (y luego me paso un tiempo similar rectificándolo todo ¡jaj!).  No sé si es muy recomendable, pero así funciono yo, porque hago muchas cosas en diferentes frentes ya que me interesa la militancia, el feminismo, la escritura, la docencia. Así, tengo una carpetita en la que vuelco mis ocurrencias y material que puede contribuir a darles forma etc. Un verdadero compendio de inquietudes u obsesiones al que recurro cuando me siento medio perdida porque de algún modo allí estoy esperándome a mí misma, dispuesta a tirarme una soga.  Claramente eso ha sucedido durante la pandemia, así que ya estoy encaminada hacia la concreción de una serie que me da vueltas en la cabeza desde hace mucho tiempo.

Se trata de papeles superpuestos, calados con fragmentos de textos que me inquietan o me gustan mucho, como si de palimpsestos de tratara, pero montados sobre retroiluminados  y mecidos por un vientito, por aquello de que esas frases pueden traernos un poco de luz y aire fresco.  En su genealogía está “Voz interior”, una pieza exhibida ahora mismo en el MUNTREF  que consiste en resmas de papel sulfito calado a láser sobre plataforma de fibrofácil y leds. Pero en este caso usaré papel de arroz artesanal y una tipografía que sugiera el mundo de la escritura manuscrita romántica, siempre en cursiva. Al hallarse superpuestas, las frases/versos ofrecerán cierta resistencia de ser leídas y, consecuentemente, cierta dificultad para ser interpretadas…. Sin embargo, estos poemas apropiados allí estarán… respirando… iluminando… (No me preguntes el nombre de la serie… Eso también conlleva un largo proceso de ensayo y error).

¿Cuál es tu estrategia para aprovechar este tiempo de introspección obligada? ¿Te dejó alguna enseñanza?

- Produzco todo el día en todos los frentes que tengo abiertos. Lo hacía antes, pero ahora los medios y los tiempos han cambiado. Mejor dicho, se han profundizado (el uso de internet, las consultas bibliográficas, las horas de estudio, escritura, intentos de pensar algo, etc.) ¿Enseñanzas? Si veníamos presenciando un cambio de paradigma, la pandemia lo ha acelerado dramáticamente ¿Que hacia dónde va ese cambio? No tengo la menor idea.

¿Qué te inspira?

- Grosso modo, me inspira lo político. Entiéndase bien, lo político, no necesariamente la política. Quiero decir que me inspiran los debates sobre las formas de vida por las que luchamos, esto es, sobre los proyectos de la política que atienden, o mejor dicho, que marcan o definen nuestra idea de “lo humano” (ya ves, pretenciosa como pocas).

Háblame de tu obra que está en la muestra de Muntref

- Hace mucho que no exponía una individual en la CABA. Para ser honesta sólo lo hice una vez, hace como mil años en la  galería “Broderson & Martínez”. Fue una muestra linda pero no asistió ni el gato.  Entonces el año pasado recurrí a Diana Weschler y ella me acogió muy cálidamente. Ella y todo su equipo. Lo mismo pasó con Julio Sánchez Baroni quien, en un encuentro aquí en Tucumán, me había dicho que le gustaría curar una muestra mía. Todo funcionó muy bien, hasta que apareció esto de la pandemia, exactamente dos o tres días antes de la inauguración de “Memoria Colectiva" con algo que no ha salido como pensábamos y debo asumir el desafío de imaginar propuestas y soluciones. No queda otra.

Para  esa muestra propongo nueve obras, algunas de escala bastante importante, en la mayoría de las cuales la luz es trascendental. De hecho, la sala se halla en penumbras y la mayoría de piezas se iluminan con su propia luz.  Se trata de una exposición muy “norteña”  y por eso muy autorreferencial porque con los años, aprendí a dejar salir sin conflictos esa parte de mí, tan de provincia, para que respire libremente en mis trabajos.

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