Nota publicada online

lunes 26 de octubre, 2015
Buenas obras para el Museo Nacional de Arte Decorativo
Con la restauración de la cúpula central y la recuperación del jardín original del Palacio Errázuriz Alvear recobra todo su esplendor.
Buenas obras para el Museo Nacional de Arte Decorativo

El Museo Nacional de Arte Decorativo reinauguró su gran cúpula estilo Luis XVI y el trazado original del jardín diseñado por Duchêne en 1918. 

Ambas restauraciones, que contribuyeron a la vuelta del diseño original del Museo, contaron con el apoyo de American Express y la Asociación de Amigos del Museo.

Casi 100 años después, se inició la recuperación histórica para reconstruir el jardín acorde a como lucía en su época de esplendor.

El aporte American Express, el trabajo de la Asociación Amigos del Museo y la dedicación diaria del equipo de Museología del MNAD, junto a los planos y  fotografías de la época, fueron las piezas clave en el proceso de la recuperación del jardín y la cúpula del Museo Nacional de Arte Decorativo.

“Estos dos proyectos refuerzan la misión central de nuestra institución, tras completar la conservación integral de las cuatro fachadas de la residencia”, sostuvo el arquitecto Alberto Bellucci, director del MNAD. “Quiero agradecer en forma especial la esforzada y eficaz gestión de la Asociación Amigos del Museo y el patrocinio económico fundamental de American Express”, agregó.

“Es un orgullo para nosotros haber podido contribuir a la puesta en valor de la cúpula y la recuperación del diseño original de  los jardines de un museo tan emblemático de Buenos Aires. Y es además una nueva oportunidad para reconfirmar nuestro apoyo al patrimonio histórico de los   argentinos”, afirmó a su vez Henry Seeber, presidente de American Express.

Un poco de historia

La cúpula del palacio Errázuriz Alvar fue construida en 1916 sobre una estructura de hierro forjado y remachado, cubierta por machimbres de madera que fijan la trama de las pizarras. Originalmente, dicha cúpula presentaba un revestimiento de pizarras imbrincadas en forma de escamas que cubrían totalmente sus cuatros lados. Por su avanzado deterioro, a  mediados de la década del 80, se procedió a una remodelación del recubrimiento original de pizarras y se lo reemplazó por una cubierta de chapas galvanizadas, soldadas entre sí. Así ese sector del edificio, perdió su fisonomía original. La actual puesta en valor de la cúpula, llevada a cabo en 2015, recupera su esplendor histórico.

En cuanto al jardín, su remodelación estuvo a cargo de dos prestigiosos profesionales: Ing. Carlos Thays y Arq. Jorge Bayá Casal l, quienes fueron responsables de la interpretación documental. Los jardines del Palacio Errázuriz fueron proyectados por el paisajista francés Achille Duchêne y se concibieron como parte integral del diseño del edificio. Su plantación se llevó a cabo en 1918, respetando fielmente los planos diseñados en Francia que contenían un trazado geométrico de broderie en boj con grandes canteros florales en su interior, un sendero de cipreses, varios rosales y un seto de laureles, formando un muro vegetal. Entre los árboles se destacan también olivos, encinas, y naranjos. Todo el diseño se ordenaba por medio de una estructura de senderos, escalinatas, estanques y bancos.

El jardín perdió su aspecto vegetal, aunque su trazado permaneció intacto como así también su estructura arquitectónica.

Esta  restauración posiciona al Museo Nacional de Arte Decorativo al nivel del Museo Nissim de Camondo en París; la Frick Collection de New York; el palacio del marqués de Cerralbo en Madrid; la Fundación Giorgio Cini en Venecia; el Museo de Artes Decorativas en La Habana y la casa de Isabella Stewart Gardner en Boston.

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