Nota publicada online

martes 29 de abril, 2014
Beto de Volder y María Ines Raiteri
Variaciones
Beto de Volder y María Ines Raiteri

El sonido musical tiene acceso directo al alma. Inmediatamente encuentra en ella una resonancia porque el hombre “lleva la música en sí mismo”.

Goethe

Esta profética frase de Goethe revela la profunda cercanía entre la música y la pintura, ya que ésta última, cuando alcanza -a través del color y la forma- la composición armónica y puramente pictórica también encuentran en el alma del espectador esa resonancia que la convierte en arte.

Esto sucede con la muestra de Beto de Volder (Buenos Aires, 1962) e María Ines Raiteri (Mar del Plata, 1963) expuesta en galería Mock y curada por Máximo Jacoby. Las obras, cuidadosamente exhibidas dialogan unas con otras y, en estas variaciones –a modo de composición musical-, los artistas presentan giros, ajustes y generan nuevas miradas sobre su producción.

La gran protagonista de esta sinfonía es la línea. Ploteada en curvas que recorren la pared creando circuitos y espacios compositivamente armónicos como es el caso de la obra de De Voder expuesta en el primer piso de la galería o, delicadamente bordada sobre tela como es el caso de Raiteri, quien -a través de esta práctica femenina- reflexiona sobre la abstracción y el espacio arquitectónico.

Las líneas circulares y ondulantes de De Volder emergen paulatinamente del plano transformándose en cuerpos construidos milímetro a milímetro en MDF esmaltado. Actualmente el artista investiga las posibilidades que brinda la tecnología de impresión 3D cuyo resultado son cuatro mini esculturas que se exhiben, a modo de joyas, en una vitrina. La pieza mas reciente, un trazo casi gestual al que le incorpora una impronta multicolor en el cuerpo mismo de la línea.

Las líneas bordadas de Raiteri se adaptan a los distintos soportes que ella elige para crear sus composiciones. Cuatro pequeños pañuelos heredados de su madre y que aún conservan sus marcas originales fueron delicadamente intervenidos por la artista.

Treinta días, treinta noches, un inmenso bordado multicolor y compacto, dialoga maravillosamente con la estructura blanca Caligrafía de Beto De Volder en el subsuelo de la galería.

Galería Mock es el desprendimiento de un espacio de arte tradicional, que fue mutando al ritmo de los cambios del arte contemporáneo; sus integrantes, un grupo de artistas, músicos, gestores y emprendedores ofrecen un lugar donde crear un espacio propio en la escena local. No es casual entonces que la muestra se llame Variaciones.

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