Nota publicada online
Ariadna Pastoirini es una artista reconocida por sus esculturas blandas textiles y por sus trabajos performáticos desde los inicios de su carrera en 1983. Junto a Sebastián Linero organizaron en la década de los ´90 las celebraciones del día de los santos y los muertos, con características particulares sobre el trabajo vincular y participativo desde la performance con otros artistas. Estas características siguieron latiendo a pesar de los años, y ante la aparición del COVID-19, percibió la necesidad de visualizar la problemática que atravesaba el recurso intrínseco, a la materia prima del performer: el cuerpo, y que significa poner el cuerpo durante este encierro.
Y así nace performances de encierro "Este Proyecto es un documento de procesos creativos durante la cuarentena del covid 19-20. Noventa y cuatro artistas de países del mundo participan trabajando con sus emociones y discursos plasmadas en performances, textos, charlas, video colectivo, en estos meses de encierro.” y a partir de allí comienza la aventura. Fundación Espigas tomó cartas en el asunto entendiendo que este proyecto es un registro documental por parte de la comunidad artística sobre esta nueva realidad, el cual es necesario conservar como testimonio y pasará a formar parte de de su archivo.
Si afirman los expertos que la pintura de Jackson Pollock se vió afectada por su participación en el análisis Jungiano, se podría pensar que las acciones realizadas por los artistas que convocó Ariadna Pastorini -sin ser específicamente performers- a desarrollar testimonios del encierro en un video de no más de dos minutos de duración, tienen una presencia del inconsciente colectivo, ya no sólo inherente a la comunidad artística sino a todos, y esto es lo que hace que uno como espectador quede prendado en cada uno de los registros. Actuamos como voyeristas de actividades comunes a todos. ¿Qué atrae en ver cómo cocinan, limpian o comen? Qué sucede en ver rutinas casi enloquecedoras en su iterancia. Lo hipnótico de ojos en permanente movimiento. Situacionnes ridiculas como correr en una cinta de ejercicico vestida de gala. Caminar sin parar dentro de la casa como ratón dentro de la rueda. Rostros, muchos, enteros o particionados. Cada tanto una situación lúdica como el proyecto de Amalia Caputo que nos llega como una bocanada de aire fresco. Ese aire que hoy no se sabe si se nos tiene permitido respirar.
En estos registros queda de manifiesto la relación entre la performance y la fenomenología habriéndose camino para el uso del cuerpo como eje perceptivo de este momento. Teniendo en este caso al cuerpo como modo no sólo de percepción sino también de canal de expresión en el proceso comunicativo. La dra. Diana Berlinerblau, médica espcialista en psiquiatría entrevistada en el podscat dentro del proyecto manifiesta “cuando una persona está muy bien, satisfecha y felíz no es muy creativa, hace falta una cuota de desgracia en la vida” esta apreciación un poco sobrevuela a todos estos registros. Es el caso de Liandro Carvhalo, quien dio su testimonio “Mi propuesta para la convocatoria Performances de encierro realizada por Ariadna Pastorini ha estado vinculada a la un gesto ritual, casi maniqueista donde la liberaron de mi propia sombra en los techos de mi casa constituye un acto de señalar y matar al propio deseo con la concreción del mismo. Mi primer acercamiento fue a través de la música ,donde los climas sonoros de la Canción ́ ̈Venus in Furs ̈ de Velvet Underground me fueron llevando a construir el escenario imaginario de la acción donde las pieles y la propia sombra se unifican para ser liberadas ,cambiadas a través del gesto. El proyecto funciono como gran disparador y activador de ese deseo interno. Considero que los videos del encierro fueron la gran saga de esta cuarentena.”
Con este proyecto Ariadna Pastorini abrió una puerta ya no para salir a jugar, si no a un espacio para la reflexión. Aquí queda plasmada la idea donde se desdibujan cada vez más los límites del arte y sus categorías. ¿Qué es la performance? ¿Qué significa ser performer? ¿Esto es videoarte? ¿Es acción? ¿O acaso registro de..? y así podríamos seguir indagando. Durante la investigación para escribir sobre este proyecto mantuve conversaciones con diferentes referentes en el tema -yo claramente una mera observadora- y como la realidad supera a la ficción, en este caso la vida en la virtualidad abrió nuevos paradigmas para continuar trabajando en las no definiciones en el arte, las no limitaciones. Los artistas están reaccionando con sensibilidad desde la multidisciplinaridad, y los límites generan angustia. Les incomoda definirse de una u otra manera por una técnica o una materialidad.
Conversamos desde New York con el artista Héctor Canonge que también utilizó esta acción para exorcizar y limpiar tanto su cuerpo, como el alma y la mente luego de atravesar él mismo la enfermedad para emerger renovado y narra al mismo tiempo un texto espontáneo. Nos compartió su visión sobre los límites de la práctica “se están explorando y experimentando modalidades dentro del arte de la performance. La modalidad de performances virtuales no son nuevas, ya las he trabajado con anterioridad. Estoy desarrollando desde hace un tiempo una teoría al respecto donde hablo de acción y no performance porque el performance tiene como una unidad básica al gesto, y la acumulacion de gestos hace una acción. Y la acumulación o secuencia de acciones nos da el performance. Que es un trabajo donde esxite el contenido, el contexto, la forma y la estética.”
Una de las primeras reseñas que se realizaron sobre este proyecto, estuvo a cargo de Laura Casanovas, quien ante su pronta reacción y su lectura sobre Performances del encierro generó que le pidiera una reflexión al respecto:
“Este proyecto impulsado y curado por la artista Ariadna Pastorini constituye una respuesta desde el campo de las artes visuales -específicamente desde la videoperformance- a un contexto de encierro por la cuarentena debido a la pandemia del Covid-19 con varios aspectos enriquecedores a considerar. Implica un pensamiento inteligente y reflexivo por parte de una artista que años atrás, en 2001, había realizado una serie de videoperformances en un contexto también de encierro por una situación propia y particular de vida. Toda muy buena obra de arte tiene potencial premonitorio y capacidad para volver a significar situaciones y momentos. Esos trabajos de Pastorini ya tenían ese potencial y esa capacidad. En este presente, la artista vio de nuevo más allá y le propuso a creadores de todo el mundo realizar sus propias performances de encierro a partir de esta situación común mundial. El resultado de lo que por varios meses fue un work in progress es una obra colectiva que reúne un esclarecedor conjunto de singulares videoperformances, que extiende los alcances y la definición de este lenguaje visual, recuerda la creatividad siempre vital de los artistas, su actuación en red en momentos de aislamiento e incertidumbre y que ya tiene el sello de documento artístico histórico sobre un tiempo complejo de cambios.” Laura Casanovas, licenciada en Artes (UBA) y crítica de arte.
Aquí les dejo una galería con las imágenes de artistas que les recomiendo mirar en el blog, tanto por la versatilidad como por la diversidad:
Y como broche final, la entrevista en vivo que realizamos con Ariadna Pastorini, donde describe el proyecto en su propia voz y cuerpo:
“Todo arte, toda filosofía pueden ser considerados como métodos de curación y auxilio de la vida ascendente o de la vida descendente, pero siempre presupone sufrimiento o seres que sufren” Friedrich Nietzsche