Nota publicada online
En cada nueva muestra Gabi Campo, directora de Galería Biga nos sorprende por su apuesta por el arte contemporáneo con un sentido abierto, experimental y federal. En esta oportunidad la tecnologías es el eje propuesto por las cinco artistas que exhiben bajo la curaduría de Laura Casanovas
Caminaba por la orilla del mar. Sentía una fuerza propulsora y poco después otra contraria. Eran el viento y mi cuerpo. Un vínculo en ese instante mediado por la sensibilidad y el pensamiento; la percepción como una acción cognitiva.
En un mundo donde priman los extremos, el arte propone otros bordes desde los cuales observar y activar, aunque sea provisoriamente, las relaciones entre organismos, cotidianeidades, naturaleza, tecnologías, materiales y territorios con una mirada crítica y propositiva.
Las cinco artistas de esta exposición encuentran, desde diversas poéticas, similitudes en el uso de dispositivos (video-performances, fotografía, mapping), objetos construidos y ensamblados para indagar en conceptos y sensibilidades temporo-espaciales. Ecosistemas y espiritualidad en Julieta Anaut; naturaleza y utopía en Claudia Aranovich; ecología-urbanismo y erotismo digital en Fabiana Barreda; virtualidad y realidad corporal en Mariana Bellotto; hallazgo y recuperación en Ariela Naftal. Estos son algunos de los tópicos, a grandes rasgos, indagados en los conjuntos de obras recientes de cada una de ellas, los cuales también se interceptan y potencian.
Así se observa cómo el arte asume, problematiza y otorga visibilidad a las disrupciones del presente en tiempos en que la tecnología amplía hiatos entre lo físico y la realidad, mientras acerca distancias y crea seres en el universo virtual.
El cuerpo humano atraviesa todas las propuestas presentadas, en movimiento, introspectivo, deseante, conmovido. E imbuido del anhelo, en tanto proyección de futuro, por tener el viento a favor. Sin desestimar e, incluso, afirmando que lo contrario (el impedimento) es la posibilidad de descubrir nuevas fuerzas y cursos de pensamiento, acción y emoción.
Las propuestas de Julieta Anaut, Claudia Aranovich, Fabiana Barreda, Mariana Bellotto y Ariela Naftal ofrecen una mirada crítica y propositiva de las relaciones entre cuerpos, tecnología y arte mediante instalaciones, videos, mappping, objetos, fotografías, en tiempos en que la tecnología amplía hiatos entre lo físico y la realidad, mientras acerca distancias y crea seres en el universo virtual.
Julieta Anaut, a través de la fotografía manipulada digitalmente, el fotomontaje y el video, incursiona temas como el cuerpo, las mujeres, escenas rituales y el vínculo con los entornos naturales y construidos.
Las esculturas de Claudia Aranovich abordan la tecnología y el arte en la naturaleza. Se interesa por la memoria de la especie y de los materiales y las problemáticas de la naturaleza en el Antropoceno.
Fabiana Barreda, artista de arte contemporáneo multimedia se especializa en el cuerpo, el erotismo, el deseo y las políticas de género.
Mariana Bellotto es coreógrafa. Desarrolla un prolífico y original trabajo autoral desde una mirada del cuerpo como vehículo crítico y político. Conjuga danza, performance, dramaturgia, diseño sonoro y medios audiovisuales para crear en múltiples formatos y soporte.
Ariela Naftal, como una arqueóloga, busca huellas y objetos cotidianos usados que hagan visible lo oculto y manifiesten lo silenciado. Los objetos son testigos mudos de nuestra existencia y, como los cuerpos, son portadores de memoria.
Para Laura Casanovas, curadora de la exposición: “En un mundo donde priman los extremos, el arte propone otros bordes desde los cuales observar y activar, aunque sea provisoriamente, las relaciones entre organismos, cotidianidades, naturaleza, tecnologías, materiales y territorios, con una mirada crítica y propositiva."