Nota publicada online


En cada nueva muestra Gabi Campo, directora de Galería Biga nos sorprende por su apuesta por el arte contemporáneo con un sentido abierto, experimental y federal. En esta oportunidad la tecnologías es el eje propuesto por las cinco artistas que exhiben bajo la curaduría de Laura Casanovas. La exposición “Lo que empuja el viento: Cuerpos, Tecnologías y Realidades" presenta obras de cinco artistas argentinas: Claudia Aranovich, Julieta Anaut, Fabiana Barreda, Mariana Bellotto y Ariela Naftal.
Sentir. De esto se trata esta exposición. Un sentir femenino, pujante, decidido. Aquello que sucede cuando, simplemente, cerramos los ojos y miramos a nuestro interior: llega la calma, aparece el sentido y nos movilizamos.
“Lo que empuja el viento” aborda la relación entre el viento y el cuerpo, usando esta metáfora para explorar cómo las fuerzas físicas impactan nuestras experiencias vitales. La interacción del viento al caminar por el mar simboliza tensiones en la vida, y esta conexión se relaciona con la energía vital y el ámbito ecológico. La muestra, que incluye obras de cinco artistas, también dialoga con mediaciones tecnológicas y invita a una reflexión más profunda sobre estas temáticas.
Como afirma Laura Casanovas, curadora de la muestra, aunque sus poéticas son diversas, las cinco artistas comparten ejes transversales como la relación con el cuerpo, tanto real como mediado por tecnologías básicas, y una mirada crítica sobre la realidad contemporánea en el siglo XXI, incluyendo temas de ecología, género, memoria e historia.
Claudia Aranovich presenta una serie de piezas en resina que combinan elementos naturales, como madera de palo borracho y plumas, en un estilo que fusiona lo figurativo con lo abstracto. Tres obras circulares, invitan a explorar mundos interiores y conceptos como el apocalipsis, el paraíso perdido y la feminidad, a través de lupas que son parte esencial de la obra. En la planta baja, un videomapping muestra escenas de playa que evocan el relax y el placer de caminar en la playa y dejarse empujar por el viento.
Julieta Anaut, artista visual, presenta en esta muestra una serie de fotomontajes titulados "Simulacros de una nostalgia no conocida", obras que exploran su lugar de origen en la Patagonia. En un video, una pitonisa que ella misma interpreta, recopila imágenes de su archivo de viajes, presentándolas de manera poética como predicciones, finalmente, que no se cumplen, dejando el final abierto.
Fabiana Barreda presenta una instalación sobre sistemas virtuales y modelos de naturaleza en el futuro. Su obra se centra en sistemas modulares y la historia de la arquitectura; su serie "casitas" explora la conexión personal de las personas con el hogar. Utiliza elementos como drones y ecosistemas artificiales para reflexionar sobre el impacto de la inteligencia artificial en nuestra coexistencia y narrativa artística. Su proyecto “Naturaleza Artificial : Seven Avatar -Ecosistemas virtuales” incluye referencias a arquitecturas ecológicas y combina el crecimiento de orquídeas con inteligencia artificial, abordando temáticas de erotismo, subjetividad y espiritualidad en un contexto de alta información.
Mariana Bellotto es directora y coreógrafa; define su lenguaje como híbrido que conjuga danza, performance, dramaturgia y medios audiovisuales, para crear en múltiples formatos y soportes. En esta muestra presenta una serie de videos y realizó con el Grupo Performático Sur una activación, en el marco de la muestra, proponiendo una experiencia sensorial que entrelaza cuerpo, movimiento y tecnología, invitando a reflexionar sobre los vínculos entre lo físico y lo virtual.
Ariela Naftal presenta una obra en video que explora las marcas que quedan en las casas a lo largo del tiempo. Como ceramista, utiliza un textil heredado para hacer impresiones en la pared y realiza tres acciones típicas del trabajo cerámico: lijar, desbastar y lavar con esponja, simbolizando que las memorias siempre dejan huella. Además, presenta un grupo de esculturas donde apila objetos contenedores -pavas, vasijas, floreros, heredados o encontrados- cubiertos de polvo, representando así historias familiares y el paso del tiempo. Una obra que busca ofrecer un relato esperanzador sobre la memoria y la valoración de nuestra historia en la contemporaneidad.

Para Gabi Campo, directora de la galería, esta muestra resultó un verdadero desafío. “Poner en diálogo a cinco artistas contemporáneas, con distintas prácticas y de diferentes generaciones provocando la reflexión a través de la innovación, integrando sus trayectorias y el uso de tecnología. El desafío principal se presentó durante el montaje de la muestra, que fue fundamental para su concreción”, confesó.
"Lo que empuja el viento" es una muestra que invita a detenerse y a la reflexión. A pesar de nuestra voraz contemporaneidad y, de las distopías actuales, las cinco artistas nos proponen imaginar un futuro en calma y lleno de sentido.