Nota publicada online

jueves 11 de septiembre, 2025
Alicia Herrero y Pablo Reinoso
Dimensiones espaciales en el Bellas Artes
por Alejandro Zuy
Alicia Herrero y Pablo Reinoso

En una doble inauguración, el Museo Nacional de Bellas Artes presentó una obra inédita del artista franco-argentino Pablo Reinoso titulada Torre respirante, que forma parte de la quinta edición de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo del Sur (BIENALSUR), y la instalación de sitio específico Inequidad, desplazamientos, ondulaciones, realizada por la artista argentina Alicia Herrero que contó con la curaduría de Mariana Marchesi.

Los artistas con Andrés Duprat y Mariana Marchesi

Inequidad, desplazamientos, ondulaciones es una instalación de sitio específico que el Museo Nacional de Bellas Artes comisionó este año a la artista Alicia Herrero (Buenos Aires, 1954) que pasará a integrar la colección institucional. Así se sumará a Mise à nu, una escultura donada por Herrero en 2021, cuando fue distinguida con el Premio Nacional a la Trayectoria Artística (2020/2021). Para ella, el género instalación resulta apropiado para desarrollar un concepto mediante el cual la presencia de objetos brindan la posibilidad de crear un espacio, de otorgarle a éste una dimensión poética, aún cuando su exhibición pueda ser acotada en el tiempo. En esta oportunidad, la componen cinco piezas de diferentes pero complementarias características materiales y morfológicas; todas dispuestas en la sala 33 ubicada en el primer piso.
La riqueza y armonía visual del conjunto expuesto es un dato sensible inmediato para el espectador. En primer lugar, es posible encontrar en él una estructura horizontal ondulante asentada sobre una plataforma. A continuación, hacia la izquierda, se sitúan dos oscuros dodecágonos entrelazados en cuyo interior se cruzan un par de virtuales ramilletes cónicos de varillas. Más adelante, otra forma geométrica de color negro se halla próxima al piso. Hacia los costados de ésta última, una pintura y una pieza textil se ubican sostenidas en el espacio. Es este orden el que va pautando el recorrido del visitante, la vivencia del ámbito, los movimientos de los cuerpos y las perspectivas de las miradas. En su progresivo desarrollo y asimilación se comienzan a detectar los signos recurrentes, las referencias implícitas; es decir, otras instancias de significados.

La presencia de guardas rojas y verdes en varias de las piezas, por ejemplo, permiten descubrir la re introducción de un elemento representativo en la trayectoria de Herrero como lo es el repasador de cocina. Este instrumento, en apariencia banal, se encuentra asociado a la histórica división doméstica del trabajo en función del género. La elección no es casual; desde los inicios de su carrera en los 90, período durante el cual el modelo neoliberal se filtró y comenzó a condicionar todas las esferas de la vida hasta nuestros días, la artista ha venido estudiando estas injerencias, cómo refuerzan las desigualdades y las formas en que se materializan los índices propios de los cálculos econométricos. La operatoria personal ha consistido en asimilarlas y rebartirlas a partir de su estetización. El universo de los elementos gráficos que se pueden observar en la sala responden a ello. Se han desplazado de la bidimensionalidad de la planilla estadística para transformarse en objetos cualitativamente divergentes.

En simultaneidad, el MNBA presenta una obra inédita del artista argentino radicado en Francia desde fines de la década del 70 Pablo Reinoso (Buenos Aires, 1955), como parte de la última edición de BIENALSUR.
Reinoso es un artista cuyos intereses buscan aproximar la arquitectura, la escultura, el diseño y la instalación. Por tal motivo, la experimentación con nuevos materiales y con las coordenadas tiempo y espacio le resultan esenciales. Sus obras han tenido una importante repercusión internacional: el año pasado fue elegido por el presidente Emmanuel Macron para instalar una obra: Fleuves de France -una estructura de hierro de tres toneladas- en el ingreso de la sede del gobierno francés.
Torre respirante, la obra de este artista, se encuentra situada en el hall de ingreso del museo; institución significativa en su biografía según ha expresado el día de la inauguración. Se trata de una imponente estructura arquitectónica de planta cuadrangular realizada en aluminio en cuyo interior se encuentran suspendidas una serie de almohadones denominados “respirantes” que reproducen, precisamente, la acción biológica de respirar. La ubicación de la torre metálica, cuyas caras se hallan divididas en cuadrados huecos de forma regular, altera la espacialidad circundante de ese sector específico del Bellas Artes creando otros modos de transitar, alternativos a los ya naturalizados. De esta manera, establece un punto de contacto con la instalación de Alicia Herrero. En cuanto a la disposición de los respirantes, no registran una disposición armónica sobre la estructura sino coordinada cada uno con su particular orientación.

Respirar es un acto vital esencial para toda forma viviente. Reinoso, al reflexionar sobre él, subraya el carácter comunitario de la respiración y la fragilidad de los cuerpos que componen los ecosistemas, especialmente en una época atravesada por el horror de la guerra y la crisis ambiental. Para la directora artística de BIENALSUR, Diana Weschler: “Cada espectador que respira en el ámbito del museo se apropia de un aire diferente: no todos nos sentimos interpelados de la misma manera por una misma obra, por una misma exposición o al transitar por un espacio dado. De esta forma, situar la acción de respirar dentro de la experiencia que se lleva a cabo en el museo, conduce a revisar de otra manera la relación entre tiempo y ritmo que propone Reinoso”.

Durante la inauguracio´n de Torre Respirante

Las dos propuestas exhibidas tienen en común aspectos tales como el posicionamiento frente a problemas que atañen a la contemporaneidad y a la desnaturalización del espacio institucional. En el caso de Reinoso se revelan procedimientos cercanos a un laconismo minimalista, mientras que, en la intervención de Herrero, se perciben detalles que logran una atmósfera más cálida, más próxima a la epidemis cotidiana. De allí que para el espectador resulten experiencias estéticas diferentes.

Museo Nacional de Bellas Artes
Av. del Libertador 1473, CABA
Hasta el 19 de octubre, de martes a viernes de 11 a 19.30 hs y los sábados y domingos de 10 a 19.30 hs



 

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