Nota publicada online

martes 9 de agosto, 2016
200 años de nuestra historia
Pasado, presente y futuro
por Delfina Helguera
200 años de nuestra historia

En un año muy especial en donde convergieron los festejos del Bicentenario de la Independencia y el lanzamiento de las nuevas autoridades con la nueva programación del CCK, la exhibición 200 años viene a coronar un esfuerzo contra reloj de la dirección de Artes Visuales del mismo centro. Enmarcada en los festejos y precedida por la gran exhibición dedicada a Borges alojada en el segundo y cuarto piso, esta nueva exhibición se propone poner en diálogo obras multidisciplinarias para reflexionar sobre la identidad cultural en la Argentina.

Los ejes temáticos planteados desde la dirección del CCK fueron: Encuentro, Paisaje, Identidad e Innovación y futuro y para ello convocaron a los curadores Ana María Battistozzi y Rodrigo Alonso y a los artistas Pablo Lapadula, Alberto Passolini y Marcos López. La muestra puede recorrerse en círculo y comienza con “Paisajes de nuestro territorio” que forma parte de la idea de que el paisaje es el devenir de una idea. Abordado por Battistozzi con mucha precisión, ya que podría haber elegido a muchos artistas que trabajan el paisaje, selecciona a ciertos artistas contemporáneos que de alguna manera representan a una generación como Noé o Prior,  o a un modo de trabajar,  como es el video de Julián d’ Angiolillo, el dibujo de Mónica Millán y Matías Duville,  las acuarelas de Fermín Eguía o las pinturas de Juan Andrés Videla. A ellos los sitúa en diálogo con los artistas históricos del siglo XIX  que partieron del paisaje para pensar el ser nacional como Prilidiano Pueyrredón, Reynaldo Giudici y Ángel Della Valle entre otros. El punto de partida es un grabado del siglo XVII que representa a Buenos Aires, una imagen pensada para ser llevada a Europa y que nos confronta ya que es la mirada del extranjero. Estas primeras imágenes de nuestro país serán las que luego serán revisitadas, cuestionadas o incorporadas por artistas de distinto sesgo a partir del siglo XIX y que forman parte de nuestro imaginario. Es así como en una sala aparte podemos ver obra de Luis Fernando Benedit en donde revisita a pintores viajeros y sigue la huella de los científicos y naturalistas que documentaron la fauna y flora de nuestras tierras.

Luis Benedit y Silvia Rivas

Encuentros actúa como un eje transversal a la muestra y se trata de dos propuestas de sitio específico de los artistas Lapadula y Passolini. La de Pablo Lapadula son tres gabinetes a la manera de los coleccionistas europeos del siglo de la Ilustración que tuvieron la voluntad de sistematizar el mundo y darle un orden. Lapadula invitó a Teresa Pereda, artista visual al igual que él y a Juan Cambiaso, coleccionista de arte, a armar una mesa-gabinete en donde reuniera aquello que los identificara y el resultado es la convergencia de tres mundos. El formato utilizado no es casual ya que Lapadula es científico y replica la mesa de laboratorio y le da categoría estética. Los objetos exhibidos están listados lo que no nos impide deleitarnos con la búsqueda de cada uno, y la frase de Marcel Schwob citada en la pared ilumina la propuesta: “El arte es todo lo contrario a las ideas generales, sólo describe lo individual, sólo propende a lo único. En vez de clasificar, desclasifica”. 

Identidades el sector en donde el fotógrafo y ahora también pintor, Marcos López, dio rienda suelta a su creatividad para mostrar lo que nos identifica como argentinos. “Ser nacional” es el resultado de una serie de mezclas y asociaciones en donde todos nos podemos ver reflejados, una gran instalación que muestra obras de otros artistas y citas a la historia. López trabaja siempre con el exceso, el gesto barroco,  el kitsch y mucho humor, es así como encontramos a María Elena Walsh, Cortázar, el colectivo 307, un kiosco con revistas “Gente”, el gauchito Gil, Borges, obras de Berni, Pablo Suárez, Nicola Costantino y sus Evas, fotografías de Grete Stern, souvenirs del mundial ’78, fotos de Mirtha Legrand, María Julia Alzogaray posando con el tapado de piel, un pingüino embalsamado, una cabeza de caballo, un busto de Gardel, una pileta de plástico con la pintura del desnudo célebre de Prilidiano Pueyrredón, la cita aLa vuelta del malóny los colchones de Guillermo Kuitca. La mezcla como la imagen que nos identifica. “La identidad argentina es un remix en constante cambio” explica el autor que además piensa en ir modificando este “work in progress” de la identidad nacional. 

Marcos López

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