Valentina Ansaldi, Verónica Gómez, Luciana Guerra, Mercedes Irisarri, Roxana Mercure y Denise Sánchez
Caleidoscopio
30/07/2021 - 30/09/2021

JORGE MARA | LA RUCHE

Verónica Gómez, Alajärvi, óleo sobre lienzo, 130 x 186 cm, 2018
Verónica Gómez, Alajärvi, óleo sobre lienzo, 130 x 186 cm, 2018

La apertura de la exposición Caleidoscopio, un proyecto curado por Eduardo Stupía que reúne obras de seis artistas contemporáneas seleccionadas por él:

“Como si se tratara de un prisma poliédrico, conjetural antes que físico, y evocando metafóricamente el juego de espejos y cristales de colores que formaba hipnóticas figuras en aquel primitivo dispositivo óptico, un mismo espacio confronta y entrelaza la confluencia polifónica de estas seis pintoras argentinas contemporáneas, con un raro efecto multiplicador. La potente fisonomía individual que adquiere la práctica de la pintura en cada una de ellas persiste en su singularidad, y a la vez se nutre de resonancias cruzadas, inesperadas afinidades, proactivas divergencias y nuevos umbrales de acceso. Cada voz se hace oír y es a la vez el eco provisorio de las otras, para que el espectador sea cómplice, partícipe necesario de una dinámica vocinglería.

Valentina Ansaldi altera con una paleta de altísima vibración la compostura escenográfica de sus lugares y ambientes, para inundar de electrizada, muda irrealidad, aquello que creíamos cotidiano.

La pluvial urdimbre de Verónica Gómez cubre el plano de una crepitación porosa que exhibe ropajes cambiantes, como las incorpóreas estaciones de un mundo indecible, en infinita transmutación.

Con una mordacidad casi táctil, Luciana Guerra alimenta con amorosa saturación la densidad sincrónica de sus inconstantes tejidos, en un sistema extrañamente orgánico, de exhuberante pictoricidad.

Bajo el puritanismo de una rigurosa experimentación tonal, Mercedes Irisarri convierte al reconcentrado estatuto de su cuasi monocromía en una eficaz herramienta de descripción interrogativa.

Roxana Mercure exaspera la matemática proliferación de sus tumultuosas, expresivas pinceladas, lanzándose a un ensayo bifronte, entre el puro lirismo y las autónomas revelaciones de lo gestual.

Como en delicados y frondosos interludios de humedales gráficos, los herbarios ornamentales de Denise Sánchez abundan en pigmentos y rizomas, para la prolífica génesis de una morfología disonante.”

Eduardo Stupía