Inauguración Miércoles 6 de septiembre, 19 hs

"Reminiscencias" ​Por Raúl Santana Como en una cerrada ceremonia, en cada obra de esta serie de barcos de Ricardo Roux hay una fructífera tensión entre materia y representación; se trata, en el caso del artista,  de ser fiel a la materia sin perder de vista la representación que nos trae estos paisajes marinos, no como una mansa delimitación del referente, sino como la animación de lejanías que nos  remontan a aquellos  años de su infancia junto al mar de Villa Gesell: en sus largas caminatas  por las  orillas Roux fue iniciado en los ritmos y en las conversaciones de las mareas.  Aquellas son las antiguas marcas que, vivas en la memoria del artista, ahora vuelven con potente remembranza a los márgenes del cuadro pidiendo espacio en sus telas.
Sobre un fondo informe, fiel al gesto y al concepto que han caracterizado hasta el presente su obra, el artista  traslada sus epifanías a veces como un sueño diurno y otras, nocturno. Los barcos aparecen en la superficie de sus grandes telas  con fragmentarios formas de su memoria, apenas delineados, como si todavía no hubieran llegado a constituirse pero entrelazándose a la rotunda materia en plena gestación multiplicando los diversos espacios gestuales para configurar una nueva realidad.   
Aquí lo inacabado o abocetado tiene un  protagonismo que acentúa la peligrosa contingencia de la navegación tal como se percibe en las grandes obras;  las pequeñas obras sobre papel, por el contrario, son una constante celebración. Al respecto es oportuno citar aquellas palabras del gran expresionista Achile Gorky, que dicen “cuando algo está terminado significa que algo está muerto. Yo creo en la perdurabilidad. Nunca termino una pintura; simplemente dejo de trabajar con ella por un tiempo. Me gusta pintar porque es algo que nunca llego a terminar”.
No dudo que Roux, con su poética del gesto, suscribiría estas palabras."
Raúl Santana, agosto 2017