Maxi Rossini
Las horas seguras
12/12/2014 - 30/12/2014
GACHI PRIETO GALLERY | Arte Contemporáneo
Uriarte 1373
Maxi Rossini

12 de diciembre de 12 hs a 20 hs

“Las horas seguras” fue curada por la artista y escritora Verónica Gómez
Maxi Rossini artista residente de la Ciudad de Rosario, exhibe por segunda vez en la galería Gachi Prieto.
En esta oportunidad, presenta una serie de cuadernos, donde el transcurrir del tiempo es su leitmotiv, tal cual lo relata Verónica Goméz en su texto.
El motivo de la cita es una oportunidad ideal para conocer la obra de Rossini a través de su mirada y el intercambio de su experiencia en el hacer artístico.

Las horas seguras
Maxi Rossini ocupa superficies con la eficacia bulliciosa y nítida de las termitas. Si es territorial, no lo es a la manera de un conquistador del siglo XV, sino como una
abeja que, inmersa en su diagrama, diseña los recodos del hogar. El dibujo se convierte en un modo de ocupar las horas, en el modo en que las horas deciden ir una
detrás de la otra, desapareciendo sin angustia. Si las tramas se deshilachan, es el tejido inconcluso que prefiere callar: tiene miedo de no dejarle espacio al futuro.
Rossini colecciona cuadernos de diferentes tamaños. Los acuesta dentro de una mesa vidriada. Luego acomoda la mesa en el medio del espacio, como una bella durmiente melancólica. En ese limbo gris, hecho de lumbre de grafito, de vejez en clave sepia, los cuadernos respiran, y en cada exhalación el papel se aleja del cristal, las hojas se pliegan sobre una espalda en blanco, amnésica.
(Una escena de interior doméstico:
reunidos a la mesa/ ellos dibujan/ las cabezas debajo de las lámparas muy cerca del papel/ proyectan sombras/ es el pensamiento que emana de la trama del bosque/ son los fantasmas que rehúsan el dictamen de la grilla.)
Rossini dibuja muchas horas seguidas. A veces, durante días, no dibuja nada. Y luego dibuja mucho por un intervalo muy corto. Se rodea de hojas en blanco donde afila el grafito para acudir luego a la página de cuaderno. Pero antes, la hoja está llena de luz del día, un matiz que no es posible apresar en la línea.
Desde que el hombre tuvo la necesidad de sujetar objetos también tuvo la necesidad de utilizar cuerdas y nudos. Hay muchas clases de nudos, los difíciles de deshacer, los que debilitan la cuerda y reducen la tensión, los que se bloquean irreversiblemente al deslizarse hacia el punto final. Pero hay nudos que no tienen otra finalidad que la de cambiar la forma de la cuerda. Son las pasamanerías. Ornamentos preciosos, complejos, inextricables. Bellas terminaciones que vienen a completar las cosas, haciendo del mundo un lugar mucho más agradable.
Rossini traza su círculo de confianza. Decora su refugio. Allí medita sobre la imposibilidad de volverse mero espectador de las horas, la dificultad para abstenerse
de registrar puntos en el desierto. Dice que acumula tiempo. Pero el tiempo no se acumula. No se retiene.
Rossini, como un quipu, administra sucesos.

Texto de Verónica Goméz

Maxi Rossini
Nace en Leones, Córdoba. Argentina. 1978
Licenciado en Bellas Artes por la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario y Diseñador Gráfico por la Escuela Superior de Diseño Gráfico de Rosario. En 2002 asiste al taller de fotografía de Andrea Ostera y realiza su primera muestra individual en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia. Durante el año 2003 y 2004 participa de El Levante a cargo de Graciela Carnevale y Mauro Machado. En 2007 fue seleccionado para participar de Curriculum 0 en la Galería Ruth Benzacar. En el 2008 obtiene la beca de estimulo para jóvenes artistas visuales de la Fundación Nuevo Banco de Santa Fe y recibe en el mismo año la Mención Fundación Museo Castagnino en el LXII Salón Nacional de Rosario. En el 2010 participa del Seminario de Profesionalización de Artistas de la Hermana Favorita para
realizar clínica con Julia Converti, Rafael Cippolini y Ernesto Ballesteros. En 2011 realiza clínica con Rafael Cippolini, por medio de una beca de la Fundación Nuevo Banco de Santa Fe y el Fondo Nacional de las Artes. Ese mismo año presenta su muestra individual “Esto se parece demasiado a una despedida” en la galería Gachi Prieto de Buenos Aires. En 2012 recibe el tercer premio adquisición Premio Itau de Artes Visuales y dicta junto a Florencia Caterina el taller "Casa en construcción". Participa de numerosas muestra colectivas desde el 2002 hasta la actualidad. Su obra forma parte de colecciones privadas del país y el exterior.

Ubicación

GACHI PRIETO GALLERY | Arte Contemporáneo
Uriarte 1373