Mariana Bersten
Gualicho
16/11/2012 - 12/12/2012
EL MIRADOR
Brasil 301, San Telmo
Mariana Bersten

Inauguración: viernes 16 de noviembre a las 19:00 hs.

           

            Para el visitante desprevenido, la laguna de Melincué no es más que un largo camino de tierra que en otro tiempo anegaron las aguas, una vasta planicie habitada por el polvo y la luz tenue y el tedio acostumbrado de un pueblo cualquiera del interior de Buenos Aires. A la distancia, el esqueleto de un viejo hotel derruido y, al parecer, solitario.

            Pero casi de inmediato, la lente aguda de una Nickon nos ofrece una visión prodigiosa: en el viejo hotel hoy descansan los fantasmas de sus antiguos huéspedes, y se oye en los pasillos el rumor de las mujeres preparándose para una fiesta y el murmullo de los hombres charlando en el hall.

            Esa fiesta es la que retrata Mariana Bersten en las fotografías que componen este proyecto.  En él se materializan el misterio y la luz clara de los antiguos fantasmas.

            Las tomas son profundas e intensas. Hay fotos de formato pequeño que vislumbran un ocaso intrigante en el que se recorta la silueta de las ruinas del hotel. En otras, de formato grande, la figura de los personajes se agiganta con el fin de que, en palabras de la propia artista, “estos fantasmas sean más grandes que las personas”. Mariana Bersten nos dice que le “parece importante trabajar con la escala como modo de convertir la fantasía en realidad”.  

            Los personajes de época, perfectamente delineados, son otro hallazgo certero del proyecto: una mujer lánguida recostada sobre las rocas, otra nos desafía con un rostro en el que la fotógrafa captó lo irónicamente malvado; hombres melancólicos que tocan la flauta, o que elevan su cuerpo ahora etéreo por medio de globos.

             La obra es felizmente un cuento exquisito narrado en secuencias que nos transportan y que nos permiten habitar un pasado que la artista pone a disposición del espectador; es, tal como señaló Alfredo Prior, un “dardo certero en el lugar incierto: crónica fantasmática de algún pueblo perdido. He ahí la imagen de Mariana detenida, entre un flash y su recuerdo”.     

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Las fotografías que componen la muestra integran un proyecto por el que la artista recibió la beca del Fondo Nacional de las Artes. Apadrinada por el pintor argentino Alfredo Prior, la artista exhibió el proyecto en la Maison D’Argentine en París.

El proyecto evoca y nos cuenta la historia de la vieja laguna Melincué, testigo mudo de dos relatos en apariencia paralelos.
Por un lado, la leyenda del cacique Melín, su mujer Nube Azul y su hijo Cué, masacrados impiadosamente junto a los suyos por el ejército argentino. A la matanza sobrevivieron Cué y su madre, quien maldijo las aguas de la laguna y las tierras que la rodean.

Por el otro, la laguna fue alguna vez sede de un hotel termal al que acudían familias de la alta sociedad argentina en busca una cura terapéutica. Pero ya hacia finales de la década de 1970, la maldición antigua de la mujer india se apoderó de la aguas, anegó al pueblo por varios años y arrasó con el hotel por completo, al cual, desde entonces, sólo lo habitan sus fantasmas. 

En esta última historia se centra el proyecto. En él se materializan el misterio y la luz clara de antiguos fantasmas. Las tomas son profundas e intensas. Hay fotos de formato pequeño que vislumbran un ocaso intrigante en el que, a la distancia, se recorta la silueta de las ruinas del hotel. En otras, de formato grande, la figura de los personajes se agiganta con el fin de que, en palabras de la propia artista, “estos fantasmas sean más grandes que las personas”. Mariana Bersten nos dice que le “parece importante trabajar con la escala como modo de convertir la fantasía en realidad”.
Los personajes de época, perfectamente delineados, son otro hallazgo certero del proyecto: una mujer lánguida recostada sobre las rocas, otra nos desafía con un rostro en el que la fotógrafa captó lo irónicamente malvado; hombres melancólicos que tocan la flauta, o que elevan su cuerpo ahora etéreo por medio de globos.

La obra es felizmente un cuento exquisito narrado en secuencias que nos transportan y que nos permiten habitar un pasado que la artista pone a disposición del espectador; es, tal como señaló Alfredo Prior, un “dardo certero en el lugar incierto: crónica fantasmática de algún pueblo perdido. He ahí la imagen de Mariana detenida, entre un flash y su recuerdo”.

Mariana Bersten (Buenos Aires, 1975) estudia Fotografía en International Center of Photography en New York desde 1996 y estudia Arte en Empire State College en New York, ciudad donde reside hasta el 2007. Trabaja como asistente de David Lachapelle, fotógrafa de modas para las agencias Ford, Elite y para revistas de moda tales como Nylon, Black Book, Neo 2 y Abarna. Exhibe sus fotografías en International Center of Photography en New York, el Centro de la imagen en México, Praxis Buenos Aires y Praxis Miami. Fue premiada por ASMP (American Society of Media Photographers), APA (Advertising Photographers of America), Becada en el 2008 por el LIPAC Buenos Aires. En el 2009, obtuvo el primer premio en la bienal de Bahía Blanca. Obtuvo la beca del fondo Nacional de las artes y exhibió sus fotografias en la Maison D’Argentine en París. Actualmente, la representa El Mirador Espacio en Buenos Aires. 

Ubicación

EL MIRADOR
Brasil 301, San Telmo