En el marco del “Festival Noviembre Electrónico”, se está exhibiendo Marea Alta. Una obra coreográfica-visual que conjuga el lenguaje coreográfico de Margarita Bali y el escultórico de Claudia Aranovich con una composición musical del artista multimedial Gabriel Gendin, que incluye la voz de una cantante lírica.  

Una video instalación que proyecta imágenes de seres humanos en movimiento dentro de esculturas de resina transparentes, semi-sumergidas en una gran extensión de arena real. Seres atrapados en cápsulas y tratando de salir al mundo real invitan al público a imaginar que la vida humana se origina en el agua. Se presentarán cinco coreografías destinadas a cada escultura, que incluyen trabajos de improvisaciones. Luego se filmarán en situaciones controladas de estudio y también en contacto con arena y agua.  

La obra según Margarita Bali

“La idea de reunirme con una artista plástica surge primeramente de una admiración por la obra escultórica de Claudia Aranovich y una empatía artística que considero necesaria para llevar a cabo este proyecto.

La posibilidad interesante de combinar nuestros lenguajes con una composición musical de Gabriel Gendin que incluye la voz expresiva de una cantante lírica, con la expectativa de generar una obra nueva y diferente, potenciada por el cruce de ideas, materiales y estéticas.

El mar como generación de vida y también de muerte. No queremos contar una historia única. Son varias historias que confluyen en este proyecto. En su recorrido alrededor de la puesta, el espectador completa el significado”.

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Marea alta es el resultado de la colaboración entre la escultora Claudia Aranovich, la coreógrafa y videasta Margarita Bali y Gabriel Gendin responsable de la composición musical y el diseño sonoro. De esta compleja amalgama de intereses y talentos emerge una ambientación que expande las potencialidades de cada uno de los medios y soportes que la conforman, mediante una propuesta audiovisual que trasciende el formato habitual de la pantalla y deposita su configuración final en el espectador. 

En el diálogo entre el video y la escultura, el primero adquiere volumen y la segunda se disuelve. El dinamismo de las imágenes en movimiento integra a las diversas unidades cinemáticas y nos invita a establecer asociaciones libres. Aunque existe una organización general del relato audiovisual, es el espectador quien termina de definirla adoptando diferentes puntos de vista y emprendiendo variados recorridos por el espacio. Así, no es en la estructura general de la pieza sino en la experiencia de quien la recorre donde cobra sentido la aventura. 

Como sucede con las producciones híbridas contemporáneas, Marea alta está plagada de contaminaciones. Música, danza, escultura, escenografía, video y animación se entremezclan con el fin de formular una experiencia basada en la inmersión, la sinestesia, las travesías múltiples, la alegoría y la colaboración creativa. Los personajes traídos por la marea aportan a su vez una nota de misterio, seducción y fascinación. Todos estos elementos confluyen en una verdadera obra abierta que reclama curiosidad y participación.

El texto curatorial es de Rodrigo Alonso.

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La obra se puede visitar hasta este domingo 17 de noviembre.

Abierto al público en horario extendido de 14 a 21 hs.

 La entrada es libre y gratuita.