Sala Spilimbergo

Curaduría: Graciela Ovejero Postigo
Catálogo y producción: Peras de Olmo – Ars Continua

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Abstracto curatorial

La muestra es un recorte antológico que trata de resaltar el pensamiento visual de esta prolífica artista, de un fuerte sentido constructivo y espacial, mientras atraviesa varios momentos de su producción que definen vetas de las cuales puede entrar y salir en la actualidad, con una evidente gravitación hacia la abstracción. Su pensamiento geométrico e impulso meándrico se subsumen entre sí y emergen una y otra vez, en diversas instancias.

Así, podremos apreciar una temprana filiación figurativa de cierto aire Spilimberguiano en la idealización de sus personajes, en esculturas de niños que datan de fines de los ’70, y que se re-versionan aquí con un sentido ambiental que se entronca en un profundo sentido geométrico además de su indeclinable poética de celebración. De esa veta tenemos una reproducción reducida en resina poliéster de un grupo escultural cuyo original realizado en granito reconstituido se encuentra emplazado en el parquecito posterior del hospital de niños y una figura individual en serie de dos, que prescinden de pedestales tradicionales para mostrarse en ecuaciones que rondan la instalación, reforzando el aura de su ficcionalización y aplicando nuevas resoluciones para su puesta en el espacio.

Esa misma capacidad de declinación abstractizante se manifiesta a su vez en acrílicos de formas y colores vibrantes, mas o menos planimétricos que exploran y subjetivan aspectos de la iconografía americanista regional -- insistentemente plegarias de fertilidad: lloronas y serpientes--, de un corpus de obras realizadas durante más de una década a partir de los 90, que se despliegan en canon junto a dos pinturas monocromáticas de abstracción netamente geométrica  mas no despojadas de la fuerza orgánica que la identifica. Estas pinturas sobre papel montado en chapadur, fueron consecuencia de ejercicios que realizó junto a Ernesto Dumit diez años antes, con quien a su vez afirmará su impronta muralista e inclinación por los grandes tamaños. Magdalena Postigo participó de numerosos encuentros de muralistas en el país y en Chile.

De su obra más reciente tenemos dos esculturas en chapa cortada, basadas en dos de numerosos pequeños bocetos tridimensionales y pictóricos que construye en los entretantos de la rutina diaria con cartones de descarte en un ejercicio constante que ella llama “Rescates”, y que dan cuenta nuevamente de su pensamiento analítico espacial conducido por un espontáneo lirismo.

Magdalena Postigo fue discípula de Timoteo Navarro y del dibujante Aurelio Salas en su juventud, retomando su entrenamiento artístico mucho tiempo después cuando Ezequiel Linares dirigía los talleres del Departamento de Artes. Ha participado en numerosas exhibiciones colectivas e individuales en el país y el exterior.  Es Licenciada en Pintura y Escultura por la UNT y se retiró como Profesora Adjunta del Taller B de esa misma casa de estudios en 1997. Vive y trabaja entre San Miguel de Tucumán y Buenos Aires.