Sala C 

La propuesta de muestra consiste en un mural de 3 m de alto por 26 metros de largo, que domina la pared central de la sala, compuesto por 6 pinturas sobre tela y 6 pinturas sobre muro. La imagen está compuesta por 12 episodios que se continúan e interrumpen pero conforman una totalidad. Frente a él, en el espacio central de la sala, se dispone una lona de 15 metros de largo que apoya sobre el piso y es tensada con cables de acero desde diversos puntos en el techo y las paredes laterales.

Ambas piezas construyen un relato visual, una narración fragmentada y sin lógica aparente, en la que cada pieza es una particularidad pero conforma un todo al mismo tiempo. A pesar de que la relación de las imágenes no está determinada por un narración lineal, cada pintura contribuye a construir una sintaxis que reexamina relaciones posibles entre la figura y el espacio, la tensión y el movimiento, la soledad y el ensamble. La figura del héroe recorre el tono de la sala, tanto en la idea de recorrido o tránsito que propone el mural como en la pieza de lona que se dispone en el centro, sujeta y sometida por los cables que la tensan y la dominan.

Mi obra explora la espacialidad de la pintura enfatizando la experiencia física del espectador. Las instalaciones pictóricas que desarrollo presentan pintura sobre muro, pintura sobre tela, estructuras móviles y materiales flexibles. Evocan signos de diferentes sistemas de imágenes (historia del arte, arquitectura urbana, escenografía teatral) para investigar la repercusión espacial de esas referencias, los alcances del espacio real y representado y la relación entre imágenes. Las diferentes piezas en la instalación aluden a la geometría, la arquitectura o el paisaje natural para explorar las ideas de signo, modelo y estereotipo. Esta estructura narrativa me permite usar la espacialidad de la instalación para envolver al espectador en un ambiente tridimensional, en busca de una respuesta más corporal y performática.