Junín 1930
El Centro Cultural Recoleta (CCR) presenta, en su sala C, Fronteras Blandas exposición colectiva a cargo de los artistas Jimena Croceri (Cutral-Có, 1981), Carlos Gradín (Buenos Aires, 1980) y María Candelaria Traverso (Córdoba, 1991) con la curaduría de Javier Villa.
Los artistas que integran la muestra imaginan cómo restablecer los vínculos que tenemos con el agua. A través de cartografías poéticas diversas, la abordan como recurso vital y común, pero también como un presencia activa e indomable capaz de articular cuerpos, comunidades y memorias.
Jimena Croceri, en diálogo con el Riachuelo y con la comunidad de Villa Fiorito, desarrolla prácticas colaborativas con el agua. Su práctica propone una geografía compartida entre cuerpo, materia y entorno, nacida de una escucha atenta a los procesos naturales. En sus telas, el líquido deja huellas y sedimentaciones que, como un lenguaje, dibuja sus propios bordes para narrar su flujo y su tiempo. Para esta exposición, desarrolló una instalación textil donde interactúa con el Riachuelo, tanto con manchas que va dejando el agua como enterrando telas en la orilla de uno de los ríos más contaminados del mundo. Estas telas, luego tendidas, recuerdan a las antiguas imágenes en la vera de los ríos, donde se lavaba y tendía la ropa. Por otro lado, En el video RUMBRUMPLUC (realizado junto a Natalia Labaké), bolitas de arcilla palpitan sobre el puente Avellaneda al ritmo vibrante del tránsito, antes de regresar al río, en un ciclo continuo entre lo urbano y lo natural, entre la forma y su disolución.
Carlos Gradin reconstruye el “Mapa de la Buenos Aires Antigua”, un mural perdido que Alberto González –artista y restaurador– pintó hacia 2010 en la esquina de Av. Independencia y Chacabuco, superponiéndose a un mural anterior (el “Mural del Parque Lezama”) pintado por Pablicha (Pablo Romero) –artista, restaurador y payaso callejero–. Ambos estaban dedicados al viejo barrio de San Telmo, ubicados en una pared perteneciente a la Escuela de Educación Especial Nº 14, Constancio C. Vigil. A través de esta revisión, Gradin reactiva la memoria de una ciudad donde aún laten los antiguos arroyos que la atravesaban, hoy invisibles bajo el asfalto. Su trabajo enlaza tiempos y relatos diversos: historias marcadas por la incertidumbre y la persistencia. Entre ellas se despliega, por ejemplo, una versión de la presencia afroargentina en Buenos Aires, a partir de referencias al antiguo mercado de esclavos, de estadísticas que señalan que “constituían las dos terceras partes de la población”, y de imágenes del candombe en Parque Lezama.
A través de sus vasijas, Maria Candelaria Traverso invita a guardar y poner en circulación un bien común como el agua, evocando las prácticas comunitarias de compartir lo vital. Estos contenedores, realizados con barros locales y con la colaboración de alfareras y alfareros que preservan la tradición del oficio, condensan gestos de cuidado y reciprocidad. Su obra responde a problemáticas de la región andina, donde el agua se encuentra permanentemente amenazada por la contaminación, la privatización y las industrias extractivas. Maquetas para agua-rdianar (2021) es una instalación de vasijas del tamaño de un órgano que cabe entre dos manos, y rinde homenaje a las guardianas y guardianes de estos bienes comunes Por otra parte, en Trazado, Traverso utiliza la cerámica para proyectar un gran mapa de ríos imaginados: arterias de la tierra que pueden desplegarse al infinito.
Las obras aquí reunidas componen fronteras blandas, donde arte y comunidad se entrelazan de modo líquido. El agua se vuelve una fuerza tan poética como política gracias a su capacidad modeladora. Estas prácticas nos devuelven la conciencia de lo común. Proponen modelos afectivos y de cuidado, para reimaginar esa presencia tan vital como arrolladora que, si bien existe desde el origen, nunca se dejó fijar en una sola forma.
La muestra podrá visitarse a partir del jueves 13 de noviembre a las 18 h en Centro Cultural Recoleta, Junín 1930.
Horarios de visita: martes a viernes de 12 a 21 h, sábados, domingos y feriados, de 11 a 21 h.
Entrada libre y sin costo para argentinos y residentes