Lo primero que se advierte es una desproporción. ¿Qué se encogió o agrandó? La dicotomía es insuficiente porque la obra de Gerardo Feldstein va más allá de las oposiciones. Siempre son manos y pies los que salen al encuentro enfatizando una acción inseparable de una emoción a descifrar. El artista cita la frase de su maestro de teatro Carlos Gandolfo, "el cuerpo no miente", a diferencia de la cabeza que puede engañar, especular. La mano pide, ofrece, sostiene; toma otra parte en un estiramiento excesivo; detiene algo o a alguien hasta, tal vez, llegar a lo invisible. La ilusión suele atraparnos y damos por hecho la realidad planteada, rememorando esa mirada de la infancia capaz de convertir lo inverosímil en la mejor posibilidad para formular preguntas y hallar respuestas.

La fisonomía de la figura propuesta por el artista es universal, se refiere a los seres humanos. En el presente conjunto se advierten dos series: una "hiperrealista" por la mímesis construida sobre la representación corporal (color y textura de la piel de las extremidades) y otra de tonalidad azul, que tiende a una síntesis conceptual por efecto de la homogeneidad cromática. Aventuramos también si no serán superhéroes, cuyo poder y valentía residen en los miembros expandidos. Pero Feldstein recuerda que se trata de "gente como uno" en un acto de empatía donde, una vez más, el humor hace su necesario aporte para ampliar conceptos y percepciones. Así, una de ellas nos alcanza una flor y entonces comprendemos que la desproporción se vuelve el contrapeso necesario en un mundo necesitado de sostenes y afecto.

Laura Casanovas

La muestra se podrá visitar desde el sábado 10 de agosto a las 19h30 con Música en vivo de Ensamble Empa en Centro Municipal de Arte, San Martín 797, Avellaneda de martes a sábado de 10hs a 20hs.