Gastón Herrera
El Arte como Viaje
04/04/2019 - 04/05/2019

Ungallery

Arroyo 932, Buenos Aires

Gastón Herrera

“¿lgnoráis por qué razón las ruinas agradan tanto?

 Yo os lo diré; todo se disuelve, todo perece, todo pasa, sólo el tiempo sigue adelante”

Diderot

La vastedad desmesurada de la llanura argentina, encuentra su límite en los cerros que anticipan los Andes y en los bosques que anuncian la selva. Escenarios donde ocurren situaciones imprevistas.

La aparición de un auto abandonado expande las fronteras de lo real. Gastón Herrera explora este territorio, desplaza la mirada y, en la soledad de un pedregal, su ojo captura un jeep desvencijado. Allí mismo comienza la aventura del arte como un viaje.

Los restos de un pasado cercano, una casa rodante volcada en una grieta, seducen con la singularidad de su propio desgaste y abren camino a la imaginación. Mientras dibuja, Gastón Herrera siente en sus manos el volante del jeep, percibe entonces la fuerza de una poderosa frenada que tiende a torcer el rumbo y entrecierra los ojos. Así intenta vislumbrar el aspecto original de la chatarra donde hoy ha creci- do el pasto.

La capacidad de revivir la experiencia de manejar entre las rocas, como en un sueño, impulsa la mano del artista y suscita el deseo de traer al presente ese fantasma olvidado. El arte de Gastón Herrera indaga la dimensión del tiempo, cuestiona qué hay de nuevo en el pasado y cuán viva está la antigúedad en el universo contemporáneo.

La humanidad ha admirado durante siglos las ruinas como reliquias que desaparecen con el paso del tiempo. En nuestra era, los restos de un auto desvencijado despiertan evocaciones, movilizan los senti- dos e inflaman la misma pasión que inspiraban las ruinas de Roma en los artistas del siglo XVIII.

Juan José Saer describe la decadencia de los puertos de Rosario y con una mirada afín a la de Gastón Herrera observa una “innegable compensación estética, porque un gran puerto semiabandonado es mucho más bello que uno en actividad” . Saer manifiesta abiertamente el gusto que le depara la visión de los objetos postindustriales que parecen estar esperando una segunda vida.

La aceleración del tiempo actual convierte rápidamente en ruinas los objetos despreciados por la socie- dad de consumo. En la Argentina empobrecida, estos despojos exhiben su mágico aislamiento y exaltan la belleza del territorio fértil que los contiene. Las cosas, eximidas de cumplir su función, despiertan la nostalgia por un tiempo que se adivinaba próspero. Así surge en los dibujos el lado oculto del paisaje. El predominio del poético, intenso y profundo color azul le otorga a los dibujos la cualidad irreal del ensueño. La imagen deja de ser decadente y se vuelve abstracta, adquiere la capacidad de transmitir ideas y sentimientos que reverberan sobre el papel.

Ana Martínez Ouijano

Sobre el artista

1974, La Plata. Cursó la Licenciatura de Bellas Artes de Rosario (UNR). Asistió a las Clínicas de Obra de Clau- dia del Río y Pauline Fondevila. Participó en los talleres de Rafael Cippolini, Carlos Herrera, Paola Vega, Fernanda Laguna y Gabriel Valansi, entre otros. Realizó muestras individuales, Alianza

Francesa de Rosario, Ivan Rosado, Oficina 26 Pasaje Pan, Gabelich Contemporáneo etc.

Exposiciones colectivas en Fundación OSDE Rosario, Museo de la Ciudad, Centro Cultural Parque

España, Biblioteca Popular Alfonsina Storni, CEC, Museo Castagnino, Museo de la Memoria, Museo Rosa Galisteo de Rodríguez, “Rincón Converse” de arteBA, Lie Commun en Toulousse, Francia y el Salón de Casa de Rodríguez del Busto de Córdoba, Unnga- llery galería Bs As. Participó del Salón Nacional de Rosario en los años 2012 y 2015. Fue residente en Cañada Rosquín Cuatro Cuartos y Curadora. Integra El libro virtual “Dibujo argentino contemporáneo” Participó en ferias nacionales como el Mercado de Córdoba 2016 -2017, Micro feria de arte CEC Rosario 2017-2019 etc, como también ferias internacionales Pinta Miami 2016-2017-2018. Vive y produce en la ciudad de Rosario.