Cecilia Caballero invita a la inauguración de "(Y) Real", una muestra de Agustina Alazraki y Matías Kroitor.

“Desde orugas y caracoles hasta anémonas y aguavivas, las criaturas de mi jardín viven entre flores, muchas, muchísimas flores, descansan sobre piedras y arrecifes bajo el sol de invierno. No hay helada ni tempestad que lo apague, cuando el jardín está florecido”.

Antonio Berni

Este es un hábitat, un ecosistema, una biosfera onírica que ha encerrado coloridos personajes de un universo que palpita, lejano a la incredulidad de los ojos. En donde imponentes figuras, flotan en un negro profundo, cómodas como el faraón que, entre la oscuridad que le rodea, ondea su alargada figura dorada sin preocupación. Su misión es abrir espacios desconocidos e inexplorados, a realidades ocultas y alternas, este es un portal que transita entre el ahora y el ayer, el aquí y el allá. De largo y fluido cuerpo, el espíritu dorado se mueve entre anémonas que nadan en azulados mares, mariposas que extienden sus alas en cielos lilas, entre hojas y pastizales, todos en un mismo lugar, que a veces geométrico, o veces caótico y vegetal, late y existe tan vivo como los personajes que lo habitan.
En “(Y) Real” Agustina Alazraki nos presenta personajes de sueño, divinidades, átomos y flores, construidos con lanas y pigmentos, cuentas brillantes, encajes y fuertes óleos. Materiales que configuran ecosistemas que cuestionan y nos muestran una nueva perspectiva de lo real. Asimismo, esta propuesta genera un diálogo con la obra de Matías Kroitor que si bien no abarca lo onírico, si experimenta con superficies reflectantes que revelan materialidades deformadas, distorsionadas por las esferas espejadas que trabaja.

Así como a Agustina, a Matías le interesa trabajar con un concepto distinto del tiempo pues dentro de sus obras, no existe un único presente, y tanto pasado como futuro, confluyen en un mismo lugar. Su incursión con la luz y su permanente interés por la electricidad, se juntan con la propuesta estética de Agustina pues si bien ella le da vida a sus obras con color, Matías lo hace con luz. Más ¿Que son los colores sino experiencias producidas por esta última?

En esta propuesta curatorial conjunta, Alazraki y Kroitor han arrancado personajes y elementos de sus propios universos descubiertos. En los espejos de Matías, se reflejan las criaturas creadas por Agustina que circulan como fantasmas entre las paredes de este espacio y se reflejan osadas en las superficies frías de las esferas.

“(Y) Real” nos conduce a lo largo de un viaje en donde el orden y el caos, lo físico y lo intangible se encuentran en un punto imposible, en donde las pinturas muestran mundos que cuestionan nuestra realidad y nos dan un vistazo a un espacio en donde criaturas de sueño traspasan todo límite imaginable pero que con la pintura o reflejadas en las esferas de Kroitor, quedan atrapadas en pasajes cromáticos, a veces atravesados por la cosmovisión indígena de Otavalo, una pequeña ciudad del Ecuador, muy alejada del centro porteño pero muy presente en los fucsias fuertes, los verdes, los intensos turquesas de pigmentos y lanas y dentro de la producción más reciente de la artista.

Fuertemente enraizada a la naturaleza, la propuesta visual de Alazraki propone la creación de universos holográficos, tan efímeros como los sueños que les dan vida, pero no por ello menos vívidos y fascinantes. “(Y) Real” nos enfrenta inevitablemente a una visión de lo real, antes oculta. Agustina propone una experiencia introspectiva que, a través de la pintura y de las propuestas lumínicas de Matias nos lleva a pensar nuestra propia concepción del espacio y el tiempo que nos recorre.

De fantasmas y hologramas, anémonas, esferas y plantas, esta exposición nos invita a explorar una visión metafísica que cuestiona toda idea de realidad. Las obras de Alazraki y Kroitor buscan representar una estética de la subjetividad, la incertidumbre del futuro, el movimiento, el tiempo y los tiempos que nos recorren. Sobre lienzos y textiles, con metal y luz, Agustina nos cuenta sus historias, sus pasos por Ecuador, los caminares del espíritu, los estados de la conciencia y finalmente, los transitares de la vida misma.

Mayte Peñaherrera