Nota publicada online

miércoles 6 de septiembre, 2023
Álvaro Montañés
Babel
por Ricardo Ibarlucía
Álvaro Montañés

Del 13 al 26 de septiembre Alvaro Montañés presenta sus más recientes obras de la serie BABEL, en Moscatelli Art. Se trata de una serie realizada en plena pandemia y que se caracteriza por el uso de materiales no convencionales; una textura orgánica ligada al universo constructivo de sus maestros y con una poética original y propia del artista.

En el principio fue Babel, la lámina de un cuadro de Brueghel el Viejo examinada con una lupa en una bohardilla de Montevideo, el relato bíblico de Nimrod, el tirano que desafió a Dios ordenando construir una torre tan alta que alcanzara el cielo.  Durante los días más crueles de la pandemia, la imagen que está en el origen de estas obras de Álvaro Montañés regresaba como una obsesión, llamaba con insistencia a la puerta de su taller en el barrio de Belgrano. La imagen tenía una dimensión táctil, una textura orgánica: la torre se derrumbaba y volvía a crecer, cambiaba de volumen y tamaño, cubría con una espesa fronda todo el marco de la ventana, sus ramas atravesaban los vidrios y se extendían por la habitación.

Arborescente, dinámica, inestable, la imagen de la torre se ha multiplicado en los cuadros de esta serie configurando un espacio perceptivo que evoca relaciones y contextos. Puede transformarse en una zarza ardiente o una serpiente enroscada, Leviatán, Behemot o cualquier otra creatura al este del Edén, la montaña de Moria, el jardín de Getsemaní. Puede representar lo que imaginemos, nuestras esperanzas y nuestros más oscuros presentimientos, puede serlo todo porque no se asemeja a nada que hayamos visto. Como exponente de la segunda generación de artistas uruguayos formados en la escuela de Joaquín Torres García, Montañés ha abrevado ciertamente en las fuentes del “universalismo constructivo”.  Sin embargo, la abstracción, el esquema y el signo no son para él un argumento, sino el umbral de una revelación ─religiosa, moral, ontológica─ que rebasa el lenguaje representativo y empuja más allá de la pintura.

Montañés llega a la abstracción orgánica, no por la vía del formalismo, sino persiguiendo una expresión espiritual.  En la no objetualidad inquietante, anamórfica, fragmentaria de sus cuadros ocurre algo que con razón podría considerarse una modalidad mística de lo sublime. En ellos palpita una figura que pugna por manifestarse, que viene del otro lado de lo visible y busca a ciegas los ojos de quienes se atrevan a mirarla frente a frente.

 Buenos Aires, 6 de mayo de 2023

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