Nota publicada online

martes 10 de julio, 2018
Premio “Kenneth Kemble”: Ultimos días
Florencia Caiazza, ganadora del Premio Beca Joven 2017 cuenta su experiencia
Premio “Kenneth Kemble”: Ultimos días

Un premio que apuesta a la producción (Parte III)

Organizado por la Subsecretaría General de Cultura de San Isidro anuncia el lanzamiento de la II edición del Premio Artes Visuales Municipio de San Isidro “Kenneth Kemble”, en el marco de una política pública de incentivo, apoyo y acompañamiento institucional al desarrollo de la producción poética, artística, reflexiva y crítica. Con inscripción gratuita, la convocatoria, de alcance nacional, repartirá importantes premios en efectivo y contará con un destacado jurado.

¿Todavía no te inscribiste? Tenés tiempo hasta el 22 de julio!

"Un premio que surgió pensando en los artistas". Eleonora Jaureguiberry,  Subsecretaria de Cultura del Municipio cuenta como surgió esta original iniciativa. "No queríamos formar una colección municipal de cuadros, sino proponerle a los artistas un espacio de libertad. Y acompañarlos. Por eso pensamos en un premio de artes visuales que abarcara todas las disciplinas y las posibles combinaciones entre éstas, desde producciones digitales y nuevas tecnologías hasta proyectos comunitarios, entre otros. Nos importan las ideas, y nos ilusiona ser los artífices de un espacio en donde los artistas puedan preguntarse: si pudiera hacer lo que quiero, sin restricciones, qué cosa haría? También, ser el medio para que esos proyectos que estaban sólo en la imaginación o en el deseo de los artistas, se hagan realidad".

Abierto a artistas o colectivos de artistas mayores de 18 años, el concurso comprende una vastísima gama de disciplinas, desde instalaciones en el espacio público, pintura, fotografía, gráfica/grabado, dibujo, video, producciones digitales y nuevas tecnologías hasta performances, sonido y poéticas de ensayos vinculares, entre muchas otras. Andrés Labaké, destacado artista visual, curador e investigador independiente, estará a cargo de la coordinación del premio, del asesoramiento a los ganadores y del jurado, integrado por Adriana Bustos, Leticia Obeid (ambas artistas visuales) y Florencia Battiti (Lic. en Artes y curadora).

Los premios, dirigidos a artistas o colectivos de artistas, serán los siguientes: el Gran Premio ($130.000); el Premio Beca Joven, hasta 35 años ($53.000), y el Premio Beca Residente ($53.000), sólo para residentes del partido de San Isidro, además de tres a seis  Menciones Honoríficas.

De la idea a la obra terminada: el proceso creativo contado por Florencia Caiazza, ganadora del Premio Beca Joven 2017

Cómo se afectan / Color municipal

Un proceso que derivó en una serie de tejidos dominados por los colores que de la Casa de Cultura/Punto de Encuentro de Boulogne.

“El proyecto se originó como una propuesta para trabajar una práctica escultórica situada. Un planteo abierto vinculado con encontrar un sitio dentro de un edificio municipal para instalar mi taller y trabajar con materiales en relación a la disponibilidad, usos y costumbres del mismo. Una manera de pensar y abordar desde mi práctica un espacio que transita la tensión público-privado”.

“Si bien el proyecto era abierto desde su propuesta, en la búsqueda del espacio de trabajo y durante el desarrollo de la beca, la propuesta se abrió y reformuló varias veces para estar en una sintonía más ajustada y perceptiva del contexto”.

“El sitio en el que instalé mi taller fue la Casa de la Cultura de Boulogne, un edificio con una arquitectura muy particular, en una esquina en curva, que funcionó muchos años atrás como hospital y como escuela. Un lugar donde actualmente se dictan durante el año lectivo cursos de los más diversos. Mi estancia en el espacio se concentró en los meses de verano, período de vacaciones, cuando el edificio está casi vacío, inactivo, sin circulación de gente ni objetos. Al vaciarse el espacio, apreció el interior de edificio y su arquitectura como protagonistas”.

“Desde la primera visita me llamó la atención un color lila pálido que cubre la fachada curva del edificio, y un verde manzana apastelado que pinta el interior de las aulas del primer piso, que era el color oficial anterior (blanco y azul es ahora la nueva identificación municipal, ligada también a un nuevo logo)”.

“Estas salas donde funcionó mi taller estaban aún pintadas de ese verde. Una atmósfera verdosa y cálida del verano tiñó, literalmente, mi trabajo y mi práctica allí”.

“La experiencia escultórica devino en una exploración cromática y textil, basada en esas paletas de lilas y verdes manzana que cubren exterior e interior del edificio y lo identifican como un sitio de actividad municipal”.

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