Nota publicada online

martes 12 de marzo, 2024
Lucía Pacenza
Sus ciudades en el Rojas
por Alejandro Zuy
Lucía Pacenza

El Centro Cultural Ricardo Rojas ha inaugurado la programación del presente año con obras de la reconocida escultora bajo la curaduría de Cecilia Escalante y Rocío Genovese.

La ciudad es la manifestación material de cómo una sociedad decide vivir. Es fácil deducir de ella la magnitud de su conflictividad, de las características de su expansión y de lo sofisticado que puede resultar gestionarla. La ciudad, una naturaleza construida a diario por quienes la habitan y transitan, además está sometida en forma constante a su reconocimiento, a la necesidad de ser representada. Urbe y representación son indisociables.

Lucía Pacenza (Buenos Aires, 1940) a lo largo de su extensa trayectoria ha tenido muy presente lo urbano. Primero a través de esculturas y monumentos emplazados en espacios de la Ciudad de Buenos Aires y luego, en las últimas décadas, procediendo a construir una visión que significa una síntesis del tema, tal como bien indica el texto curatorial de la exposición, que involucra tanto la indagación sobre el fragmento como el vértigo que suscita el panorama.

Tres jalones históricos decisivos para la capital de nuestro país tuvieron eco en la producción de la artista: los efectos de la construcción de las autopistas inauguradas a comienzos de la década del ochenta, la crisis del 2001, y la reciente vivencia colectiva de desolación y enrarecimiento durante la pandemia de la Covid.

Recorrer la exposición significa acompañar la mirada que ha desplegado Pacenza sobre sitios determinados y reconocibles de Buenos Aires, así como por calles y edificios producto de su imaginación, pero con los que podemos consustanciarnos de inmediato.

Si las cajas de las series Espacios contenidos y Buenos Aires guardan alguna tardía reminiscencia pictórica y apelan a la parte por el todo, las Ciudades que se extienden en la sala contigua ofrecen incontables variaciones geométricas de formas y de posibilidades visuales de acceso a ellas. Las mismas pueden estar filtradas por transparencias, clausuradas por opacidades o habilitadas por juegos de luces y sombras.  La tajante selección cromática (negro, blanco, rojo) además opera arrojando hitos en el itinerario al señalar contrastes de una contundencia inapelable.

Al mismo tiempo podemos apreciar cómo sobre los modos de resolución de las obras han incidido la impronta de las texturas y las consistencias de los materiales utilizados (mármol, acrílico, yeso, madera). En ellos se encuentran los rastros inconfundibles del oficio.

Las representaciones de lo urbano configuran construcciones de conocimiento, hipótesis arrojadas a todos nosotros para poder seguir pensando donde y como vivimos. Internarse en ellas supone una exploración conjunta y siempre deseada.

Vista de sala

Notas más leídas