Nota publicada online

jueves 1 de noviembre, 2018
Hernán Dompé en el Duhau
Esculturas: barcas, tótems y guerreros
por Marcela Costa Peuser
Hernán Dompé en el Duhau

El Paseo de las Artes del Palacio Duhau presenta esculturas de Hernán Dompé

Hernán Dompé (1946) es escultor; vive y trabaja en Capilla del Monte, Córdoba pero sus guerreros custodian, por estos tiempos, el Paseo de las Artes del Palacio Duhau que, a modo de túnel secreto, atraviesa las entrañas de la tierra para unir el antiguo y el nuevo edificio de este emblemático hotel de Buenos Aires. Y es que Dompé también es un guerrero; un escultor contemporáneo preocupado por el pasado prehispánico de Sudamérica que saca a la luz el poder simbólico de la materia. Sus tallas se caracterizan por la fuerza demoledora de los materiales que utiliza: madera, hierro y piedra. Pero también por la sensibilidad que ellas trasmiten y que nos hablan de memorias ancestrales.

 

Sus guerreros: una instalación compuesta por 36 guerreros que esperan la señal de sus antiguos para iniciar el ataque y que recrean ese instante decisivo para matar o ser muerto; ese instante, enclavado en la hora sin sombras, que reconocemos como propio en cada uno de los personajes forjados por el artista. Y es que Dompé nos retrata en cada una de nuestras diarias batallas personales, pequeñas y banales contiendas que enfrentamos día a día y que dan origen a sus guerreros: "Con los pelos de punta", "Con nudo en la garganta", "Esto es lo mío", son algunos de los personajes que encarnamos en las distintas situaciones a la que nos enfrenta la vida. Allí están los guerreros del espacio, los del oriente y los de la sombra, todos ellos construidos en madera, hierro, cobre y materiales hoy reciclados y que en otros tiempos fueron barricas de vino, cosechadoras y arados que trabajaron la tierra de los alrededores de su casa-taller.

Sus monumentales y arcaicos tótems y sus características barcas completan el escenario. “Los tótems de Dompé, en su enigmática presencia son -como los reales a los que cita- testigos de sabidurías que la ciencia no explica. Coronados por piedras, amordazados por tientos, estas figuras arquetípicas simbolizan los misterios del tiempo y la cultura inscriptos en la identidad del territorio”, como los describe la historiadora de arte y crítica María José Herrera.

Realizadas en madera, metal o mármol, sus sigilosas barcas navegan las aguas de la vida detrás de una vitrina. La más reciente, Recuerdos del Mar Amarillo, con su casco rojo furioso y su vela  semajante a un rayo, domina el centro de la escena mientras nos habla de antiguas batallas.

Formado en la Escuela de Bellas Artes de Buenos Aires, Hernán Dompé obtuvo en 2000, el Gran Premio de Honor del Salón Nacional entre otros. Es un; primero fueron sus imponentes y arcaicos tótems, luego siguieron sus sigilosas barcas para dar, ahora, nacimiento a su legión de guerreros.

Cada uno de los guerreros de Dompé son espejos de nuestras propias batallas y nos sitúan en ese instante preciso que nos permite mirar el mundo con un poco más de sabiduría.

La muestra puede visitarse en el Palacio Duhau Park Hayatt,

Av. Alvear 1661, Buenos Aires

Notas más leídas