Nota publicada online

jueves 5 de noviembre, 2015
Grandes obras de nuestro patrimonio
Imaginarios presentes/Imaginarios futuros
por Pilar Altilio
Grandes obras de nuestro patrimonio

Una bella casa acondicionada para diversas actividades, con espacios expositivos amplios distribuidos en varios pisos, sirve de marco para el trabajo de difusión y puesta en valor encarado por Liliana Piñeiro como Directora ejecutiva y Diana Wechsler como Directora de la Maestría en Artes Visuales de UNTREF.

Las instituciones nacionales han gestionado mediante diversos procedimientos donaciones, premios y adquisiciones, un acervo propio que muchas veces permanece estático y desconocido por el público en general. Por esto resulta muy valorable la acción de producir diálogos y relecturas entre obras, en otro espacio y bajo una mirada curatorial que analiza las formas de poner en acción ese patrimonio. Se trata de un trabajo que deviene de una asociación provechosa entre equipos que se permite salir del ámbito académico y abrirse a nuevos públicos.

A través de un recorrido bien armado y con buen espacio para cada pieza, se instala la relación de distintas obras que integran las colecciones de cinco instituciones. Producciones de artistas nacionales en su gran mayoría, que se conservan en Palais de Glace, Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson de San Juan, Fondo Nacional de las Artes, Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y el Museo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Con toda la multiplicidad de temporalidades, manufacturas y soportes cambiantes junto a algunas estrellas fulgurantes que cualquier conocedor ama reencontrar. Diversidad de la que no es fácil apropiarse pues como en el caso del Ministerio de Relaciones Exteriores o el Fondo Nacional de las Artes las obras están en despachos, pasillos o depósitos cerrados al público.

Esta es una segunda puesta, vinculada a la primera que se expuso en la misma casa en 2012, y está en manos de un equipo donde además de las investigadoras Marina Aguerre y Talía Bermejo se integra por estudiantes avanzados de la Maestría de la UNTREF con la colaboración activa del equipo de la Casa del Bicentenario. Un trabajo que se percibe sólido y colaborativo que puede muy bien enmarcarse en la categoría de ensayo, pues entre colecciones y obras siempre es posible producir nuevos diálogos.

Joyas como la geometría metafísica de Aizenberg junto a la sutileza del movimiento de la gama de azules de Pettoruti,  destacan con obras poco vistas de Luis Felipe Noé o Johann Rugendas. Entre la variedad de portales/pasajes planos y tridimensionales, la búsqueda del destino o la tarea inacabada del trabajo de todos los días, la potencialidad de la vida o las tramas de una ciudad, la palabra y el uso comunicativo, o los íconos domésticos y las creencias nativas,  la infancia y la pertenencia, desplegadas a través del recorrido de las plantas de la casa bajo el orden de distintos ejes.

Energía vital en los Ciclos vitales; tramas que organizan el tejido de lo social enVínculos; el texto que fluye o interrumpe la comunicación en La Palabra; juegos, cuentos y objetos que dan cuenta en La Infancia de ese universo íntimo y constituyente; creencias, hábitos, ritos y cultos de distinto signo en Rituales; paisajes inventados o recordados, viajes y desplazamientos en Espacios.

Seis núcleos que desgranan relaciones amplias, algunas como contrapunto, otras como correspondencias o acuerdos claros, apariencia y montaje íntimas o exuberantes. Un enorme despliegue con una cantidad de artistas, muchos en verdad para ser nombrados todos, que abarcan edades, contextos históricos y modos de producir desde el siglo XIX a la actualidad.

Una cita más que interesante para disfrutar con tiempo pues conjuga la idea de una nueva colección con posibilidad de involucrarnos tanto en el reconocimiento de algunos autores junto a otros de los que podemos aprender algo nuevo.

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