Nota publicada online

lunes 5 de febrero, 2024
Fondo Nacional de las Artes
Comunicado de sus tarabajadores
Fondo Nacional de las Artes

Buenos Aires, febrero de 2024. Ante las recientes modificaciones propuestas por el Poder Ejecutivo sobre el Decreto Ley Nº 1.224/58 que sancionó la creación del Fondo Nacional de las Artes, en el marco de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, los trabajadores del FNA creemos necesario dar a conocer a la opinión pública aspectos relevantes de su funcionamiento.

La estructura administrativa del FNA ha sido puesta en cuestión a través de los representantes legislativos que acompañan la llamada Ley Ómnibus y el capítulo de Cultura en particular con el argumento de que el funcionamiento sostenido por décadas perjudica los ingresos de los artistas. De esto surge la propuesta de que el organismo solo podría destinar un 20% de su ingresos vía recaudación del Dominio Público Pagante a su estructura y que su Directorio de 12 referentes en distintas disciplinas artísticas debe reducirse a 4.

En su alocución en el Parlamento del jueves 11 de enero, el secretario de Cultura Leonardo Cifelli justificó las reformas en el marco de la «transparencia y eficiencia» de la gestión pública. Es necesario advertir que tal objetivo, que los trabajadores del FNA compartimos, se pone en riesgo con esa propuesta. En principio porque un Directorio de 12 referentes especializados puede tomar decisiones plurales que atiendan con mayor rigor las necesidades federales de las asignaciones que el FNA otorga a través de su sistema de préstamos, becas, subsidios y premios del que se han beneficiado miles de artistas argentinos desde 1958 hasta 2023. Reducir el Directorio a 4 figuras, en cambio, puede favorecer disciplinas en desmedro de otras y aumentar el riesgo de discrecionalidad en el perfil de las convocatorias y elaboración de los reglamentos. Debe aclararse que el Directorio no debería ser evaluado como un gasto ya que está contemplado que sus funciones sean ad honorem.

Por otro lado, el beneficio que reciben los artistas es inescindible de la estructura del FNA. Desde la planificación de las convocatorias, el diseño de formularios, la elaboración de reglamentos, la gestión de documentación y la supervisión de los procesos vinculados al otorgamiento de los beneficios, el personal del FNA cumple con tareas especializadas que son necesarias para que la deseada transparencia se haga efectiva. Resulta importante destacar que, para llevar adelante sus objetivos fundacionales, el FNA ha sido dotado del "Fondo de Fomento a las Artes" que comprende, principalmente, al Dominio Público Pagante. El espíritu de la norma fue precisamente dotar al FNA de recursos genuinos y que no reciba aportes del Tesoro Nacional para llevar adelante su cometido. Por ello, el DPP tiene un componente vinculado con el Derecho Tributario y con el Derecho de Autor, lo que lo hace un gravamen de alta especificidad para gestionar su cobro. Actualmente, en el FNA trabajan hombres y mujeres que se han capacitado adecuadamente en estas materias. Los trabajadores del FNA tienen la experiencia y capacidad técnica para recaudar y administrar el DPP. 

Del mismo modo, los canales de comunicación entre artistas, gestores y artesanos de todo el país con el organismo requieren del trabajo profesional para alcanzar a beneficiarios de todo el país y evitar que se concentren en zonas de mayor producción cultural. Comunicar los concursos y objetivos del FNA a los medios y desde sus plataformas también es volcar el presupuesto de la recaudación de este organismo autárquico en los creadores culturales de todo el país. 

El presupuesto que se quiere reducir forma parte de los beneficios. La asignación de becas, subsidios y préstamos requiere de un sistema de jurados de preselección y jurados de premiación (dada la altísima demanda que nuestros llamados a concurso tienen) que son remunerados, para que cumplan con su tarea de forma cabal.

Lo que se considera un gasto de funcionamiento estructural en desmedro del sector artístico y cultural está también en el mantenimiento de la sede administrativa de la calle Alsina y de la Casa de la Cultura, monumento histórico nacional y donde se llevan a cabo exhibiciones y actividades culturales de entrada libre. Además, un personal calificado vela por la colección de arte y artesanías del FNA de más de 3000 piezas, para su conservación y visibilización.

Más recursos para los artistas, eficiencia y transparencia en la gestión, entonces, no se sostienen desfinanciando la estructura jurídica, de planificación, de recaudación, conservación y comunicación del FNA. La forma en que los beneficios y la ayuda que el FNA ha dado a los creadores desde 1958 depende de un aceitado mecanismo.

Los trabajadores del FNA nos vemos en la situación de aclarar que si el Organismo pierde su autarquía o reduce su estructura no hay ganancia, sino que se verán perjudicados los artistas y gestores culturales de todas las disciplinas artísticas del territorio argentino que llevan adelante la producción y desarrollo de nuestra identidad cultural.

IG @trabajadoresdelfna
Contacto: trabajadoresdelfna@gmail.com

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