Transformaciones estéticas. Chile 60-80
Balmes, Barrios, Bru, Núñez. Premios Nacionales
06/03/2018 - 28/04/2018

CC Matta, de la embajada de Chile

Tagle 2786, CABA

Transformaciones estéticas. Chile 60-80

Curaduría: Inés Ortega-Márquez

El CCMATTA de la Embajada de Chile en Argentina presenta la exposición “Transformaciones Estéticas. Chile 60 – 80", una muestra que pone en escena a cuatro Premios Nacionales: Balmes/Barrios/Bru/Núñez. La muestra está dedicada a 4 artistas chilenos, de una misma generación. Tres décadas de recorrido artístico de cuatro artistas que cambiaron el paradigma del arte chileno, hacia un arte más comprometido en lo político y social.

Sobre la muestra

Por Diego Alfaro Palma

La muestra curada por Inés Ortega-Márquez es un recorrido a la obra de cuatro premios nacionales de Chile (Gracia Barros, José Balmes, Roser Bru y Guillermo Núñez) y nos transporta de los años experimentales del informalismo, a la urgencia del compromiso político, hasta la debacle del exilio tras la dictadura. Abierta al público desde el martes 6 de marzo en el Centro Cultural Matta, se presenta como una exposición imponente, que ya conmovió al país trasandino el año pasado.

Al avanzar por los espacios del Centro Cultural Matta, se percibe en uno de sus rincones un rostro conocido, ícono de los procesos de transformación americanos; pero dudamos: el enfoque es extraño, su imagen es sólo un recorte, un fragmento de la totalidad del lienzo.Retrato del Che Guevara(1968) de José Balmes pareciera decirnos que más allá de la difuminación de las figuras, de su proceso de borramiento, aunque sólo alcancemos a descubrir un rasgo, ya con ello podemos construir un registro, un fragmento de la memoria histórica.

Es el comienzo de una muestra sumamente intensa y cuya partida fue titulada como “Realismo informal en los 60”; en esta se reúnen los primeros pasos de estos cuatro artistas chilenos y su apuesta por transgredir las estéticas predominantes en la academia. Poderosamente influenciados por el informalismo de Roberto Matta y los trabajos y talleres de Nemesio Antúnez, los jóvenes Barrios y Balmes se aceran a la inclusión de elementos matéricos como el barro, el cemento o, como enAcontece(Barrios, 1967), a la laceración y mutilación del lienzo como metáfora del cuerpo femenino. Por su parte Núñez, tras su estadía en Estados Unidos, unifica el pop-art con el lenguaje revolucionario y la crítica al belicismo (Héroes para recortar y armar, 1969) y Bru sintetiza estas propuestas con el realismo, la intervención fotográfica y el lenguaje proveniente de la publicidad.

Estos cuatro son parte de una de las generaciones más importantes del arte chileno y que tuvieron como compañeros de ruta al escritor José Donoso, al fotógrafo Jorge Larraín o a los poetas Jorge Teillier y Enrique Lihn. En ese cruce de materialidades, la obra se comporta como un espacio donde convergen distintos lenguajes, como enRealidad n°24(1965) de Balmes, en donde un pedazo de tela convive con un fondo extraído de libros despedazados y una serie de manchas, con una clara influencia de la obra de Antonin Tapies, pero también afín a esa definición de Lihn del escritor como un “antiespecialista”, y la obra como un entrecruce de discursos en conflicto, en un proyecto que se sitúa en su plano de enunciación, en su contexto.

Esto es justamente lo que reverbera en la segunda etapa titulada “La utopía de un nuevo mundo (70-73)”, periodo en donde la pintura y el grabado fueron puestos en funcionalidad política, portavoces del proceso hacia el socialismo de Salvador Allende. En este sentidoLa pobladora(1972) de Barrios entra en el juego de un informalismo crítico: la efigie de una mujer en la multitud y la puesta en valor del esfuerzo individual en pos del triunfo colectivo. Sus rostros en la serieAmérica no invoco tu nombre en vano(1971) son un claro intento de dejar testimonio y al mismo tiempo de situar al ciudadano común como protagonista de un proceso transformador.

En esta sintoníaUsted también puede ser bella y amada(1973) de Bru se entronca con la programación social y femenina del gobierno de Allende, ilustrando el espacio de  la mujer y usando un lenguaje icónico que Balmes lleva al extremo en su famoso y monumentalNo(1972). Llamado contra la sedición, la silueta de un revolver es intervenida por un grito popular, en una pieza contingente y de técnicas mixtas que logran romper y trascender su molde histórico.

Por último, “Exilio y resistencia” se extiende como una de las zonas más críticas de la muestra, oscura y reflexiva tanto técnica como discursivamente. Es la caída del proyecto social, su aniquilación y el posterior éxodo de gran parte de la población chilena y del grupo. El trabajo de Núñez surge como un ensayo sobre lo siniestro, en la figuración de trozos de cuerpos, contenidos óseos y formas que simulan ser humanas en la muestra de la flagelación y la tortura. Sin estar lejos de las representaciones del sadismo de Francis Bacon, el óleoUn crí(1977) oAllí te vimos(1976), intensifica cualquier demostración realista del proceso de desaparición de una persona.

En el alucinanteSeptiembre ’73(1977) de Balmes, se muestra toda su potencia como artista y es una composición a gran escala de una montaña de hombres derrotados o sencillamente muertos, apilados unos sobre otros. El rojo asoma entre esa multitud como si el pintor repitiera el verso de su amigo Pablo Neruda: “Venid a ver la sangre por las calles”. El único resto de vida son dos manos que se alzan en una mezcla de pedido de misericordia y espanto. El país está dividido, el pueblo acorralado, dos franjas blancas que encierran a una franja negra, hasta casi invisibilizar sus formas.

Hacia el final los retratos de Roser Bru se cargan de protagonismo. El rostro de una mujer cuyo nombre es transformado en números (Retrato de una desaparecida, 1986) o la intervención de la famosa foto de Robert Capa del soldado republicano alcanzado por una bala, cruzan distintos momentos revolucionarios de la modernidad en un relato en donde converge el lino y la tela, el acrílico y el óleo, el texto, la desfiguración y el intento por dejar una marca que no sea destruida por el tiempo. Su propia experiencia es desplegada (como sobreviviente de la Guerra Civil Española, al igual que Balmes) y enAutoretrato 1973se alcanza a percibir el sentimiento apesadumbrado y la mancha como corte de un proyecto vital.

Cierran los impresionantesA Rodrigo Rojas(1986) de Barros yLitoral Central 73-86(1986) de Balmes, en la búsqueda de una respuesta en el paisaje, interpelando al mar y los restos de su marea, a las rocas, a las pisadas que alguna vez pervivieron en la arena. Toda la libertad expresiva de ambos está puesta en estas obras, la silueta de formas humanas y las grandes manchas de Barros, el alucinante trazo libre de Balmes. La pregunta queda ahí sostenida y es como si desde el fondo del océano desatado se escuchara el poema “Restos” de Elvira Hernández que dice: “Los arrojaron al mar / Y no cayeron al mar / Cayeron sobre nosotros”.  

La intensidad emocional de esta muestra y su poderío visual terminan haciéndonos protagonistas de extensos y sangrientos procesos políticos de nuestro continente, en un llamado de atención, pero también en la muestra de una confianza total del artista hacia sus materiales y su poder expresivo para reflejar y sopesar la extrañeza, la distancia y el dolor. Toda una vitalidad late en este recorrido por un Chile que sigue hablando desde sus calles, playas y montañas.

CCMATTA de la Embajada de Chile en Argentina 

de martes a sábado de 11:00 a 19:00hrs.