Del 13 de marzo al 26 de abril, se puede visitar en Ruth Benzacar, la muestra "Performances", de Humberto Vélez, que estará instalada en el nuevo espacio de la galería. 

Texto por Victoria Verlichak:

"El mediador" - Por Victoria Verlichak

Casi desnudo, el físicoculturista exhibe su esculpido cuerpo mientras se mueve sonriendo a cámara al son de la bella y melancólica música de Nikola Kodjabashia. Junto al mar, la perfecta figura de Dionisio Herrera González brilla bajo el sol y la película lo muestra aún espléndido a los 70 años. La sentida pieza de Humberto Vélez (Panamá, 1965) que recibe al visitante, proyectada sobre la escalera que conduce hacia el Nuevo espacio, es The Last Builder.

Desde el título,The Last Builder (El último físicoculturista / El último constructor) juega con la idea de construcción del cuerpo y del Canal de Panamá, central en la cultura de ese país. El canal artificial conecta el océano Atlántico al Pacífico y es una hazaña de ingeniería que utilizó mano de obra de la distante China y de islas vecinas; de Jamaica, aunque de padres cubanos, llegó “el último constructor” contratado a los 15 años para abrir surcos.

 Bien elegida para introducir a Humberto Vélez en su individual en Buenos Aires, la obra explora rasgos de su identidad y una de las avenidas que eligió para expresarse; incluso, sintetiza la sensibilidad humana, artística y social del artista, nutrida con estudios de Derecho y Ciencias Políticas en Panamá y en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, Cuba.

 En los años 90, Vélez inicia su recorrido artístico y crea en colaboración piezas de alto valor simbólico; suma a sus obras a personas -por su “capacidad de crear estéticas”- que no tienen relación con el circuito del arte. Así, suele organizar performances, sobresalientes acciones y registros artísticos en distintas geografías con jóvenes y niños de clubes municipales de boxeo y de natación como en The Fight (La pelea) realizada en Tate Modern de Londres, inspirada en parte en la vida de Panama Al Brown, el primer campeón internacional de boxeo de origen latinoamericano, o Le Plongeon (La zambullida) comisionada por Centre Pompidou, cabaret acuático efectuado en la pileta flotante Josephine Baker -situada en un barco en medio del Sena-, dedicada a la famosa cantante y bailarina. Mientras que en Bienal de Cuenca y en la de Venecia sus intérpretes fueron miembros de comunidades originarias de Ecuador y manadas de llamas, en el Congreso Internacional de la Lengua Española en Chile los protagonistas fueron cantores. En El Contrapunto (del Arte) -exhibida en Bienal de Montevideo- la payada iba a girar en torno al arte, pero los textos fueron modificados sobre la marcha por los payadores chilenos tras el último terremoto.

 Vélez vive entre Manchester y Río de Janeiro y, contra la corriente de espectacularidad que envuelve al arte contemporáneo, suele abrazar la simplicidad como en La carrera, instalación sonora que, precisamente, suena como el relato de una competencia de caballos; pero el cuento es otro.