Osvaldo Decastelli
Intimar con la Materia
17/03/2017 - 30/04/2017

MACLA – Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano de La Plata

Calle 50 entre 6 y Av. 7 La Plata Prov. de Bs. As

Horario del Museo
Martes a viernes de 10 a 20.
Sábados y domingos de 14 a 20.
Lunes cerrado. 

 Tel. 0221 427-1843 // 482 - 6524 // 427 - 1193       

Entrada libre y gratuita 

                                                                                               

Osvaldo Decastelli

Curaduría - Leticia Pasaglia

Prólogo de exposición - Adriana Lauría

Intimar con la materia

El arte debe nacer del material y de la herramienta […]. El hombre debe hablar, pero el material y la herramienta también.

Jean Dubuffet,L´homme du commun á l’ouvrage, París, Gallimard, 1973, p. 70

Hace treinta años que Osvaldo Decastelli trabaja con el cartón corrugado y en esta prolongada relación ha indagado en profundidad las propiedades de este material, volviéndolo su interlocutor en un intercambio dialéctico que va de la observación a la experimentación, de la reflexión a la manipulación, de la imaginación a la concreción de la obra, ya se trate de objetos, fotografías, video o instalaciones multimedia. En este proceso también se ha convertido en su emblema: el corrugado distingue su producción.

Formado como escultor se preguntó por las posibilidades de este producto industrial anclado en su vocación utilitaria como elemento de embalaje. A lo largo de estas décadas Decastelli amplió su destino cotidiano, trascendiendo el sentido habitual que le otorga la sociedad de consumo como algo que se usa y rápidamente se descarta y se asocia con la economía informal desarrollada por sectores cuya marginalidad es resultado de las crisis que con frecuencia esa misma sociedad desata.

El empleo de materiales de descarte implica una tradición vinculada a la revulsiva actitud de los movimientos de vanguardia sucedidos en los albores del siglo XX, que construyeron una vía para involucrar al arte en la era industrial. El gesto era simple: presentar en lugar de representar a través del collage primero y del objeto encontrado luego, aspectos de la realidad de la época. Toda clase de materiales se incorpora al hacer de las artes visuales dando origen a complejas operaciones que van desde la mera disrupción impuesta por componentes considerados entonces ajenos a la caligrafía estética, hasta elaboraciones conceptuales que exploran el sentido mismo de la práctica artística en la sociedad contemporánea.

La acción de Decastelli se inserta en este decurso para ofrecer sus propias variantes. En primer lugar emplea el corrugado nuevo, atenuando las connotaciones del desecho. Y si bien en un primer momento encola planchas de cartón para conformar bloques que trabaja a través de cortes, tallados y lijados, pronto se percata que lo emplea como a cualquier otra materia escultórica. Entonces profundiza su búsqueda hasta llegar a la intimidad misma del material, logrando que este se manifieste en todas sus dimensiones: visuales, táctiles, espaciales, estructurales y hasta sonoras. Para ello desborda su técnica escultórica y, sin abandonarla, incursiona en la fotografía, la estampa, los rayos X, el video y la composición electroacústica –asistido, según el caso, por especialistas–, para dar cuenta de esta íntima conversación con su materia, para detenerse a escucharla y develar sus pulsiones y posibilidades. Una metáfora poética, visual y sonora de una actitud ante la vida: la necesidad de sustraerse al fragor del diario trajín para detenerse a prestar atención a lo otro, a los otros, que siempre están allí, ávidos de expresarse y darse a conocer.

Percibamos con todos nuestros sentidos lo que un elemento tan simple como el cartón tiene para transmitirnos, sea a través de contundentes cuerpos en el espacio o por medio de labrados y ligeros pliegos que semejan textiles; atisbemos su interior conformando las más variadas estructuras u observémoslo expandirse en gesto respiratorio o consideremos sus sonidos que, amplificados, nos sumergen en una dimensión inesperada. Finalmente, adentrémonos en el bosque de pilares abiertos que desde sus interiores de esmaltado negro, nos proponen el misterio, mientras que sus pardos exteriores rememoran las cortezas de aquellos árboles de donde el cartón proviene, ámbito propuesto para el recorrido y la interacción en el que puede presentirse la sacralidad de un templo. Abandonémonos a la inventiva del artista y dejemos en sus hábiles manos, expertas en revelar lo insólito, la ampliación de nuestra sensibilidad y la transformación de nuestro conocimiento.