A Milo le creemos sus amigos, sus afectos, sus colegas y la comunidad.Le creemos porque deja el alma en lo que hace.No se guarda nada. Y con enorme sinceridad quiere que todos los habitantes de Argentina, de Amércia Latina y del mundo tengan su obra…si ellos quieren!!! Su línea, color y su compromiso en lo que hace, es lo que inspira confianza.Y esa actitud pródiga, de generosidad permanente, en un mundo donde la credibilidad no abunda, en él se ve bien representada. A Milo lo podéis encontrar en el Sauzalito comiendo con cinco Wuichis, en una muestra en Suiza, o puede estar también en su taller empapado de colores. En eso, es también pródigo.

Se parece mucho en el diálogo cotidiano,a la simpleza de su trazo y a las tonalidades de su Chaco.

Vuelca de manera espontánea sobre el lienzo su pasión, su humildad y su amor por lo humano.

Eso es Milo.

Y él, con su abrazo se brinda todo, por encima de todos.

Juan Carr

Orgulloso amigo de Milo Lockett