Celle - ci n´est pas
Una Galerista como Dios la trajo al mundo retratada por 2 artistas
08/08/2015 - 04/09/2015
Celle - ci n´est pas

Participan: Candelaria Silvestro, Alfredo Benavidez Bedoya, Inés Vega, Marcelo Bordese, Carlos Masoch, Florencia Fraschina, Daniel García, Pedro Giunta, Julio Lavallén,Aurelio García, Jorge Pietra, Pablo Dompé, Ernesto Pesce, Diego Perrota,Víctor Quiroga, José Piuma, Nicolás Guardiola, Leandro Gutiérrez,Matías Cosentino, Juan M. Barrientos

La muestra que hoy presenta Galería Perotti es insólita y no carente de un deliberado desparpajo. Conduce al tema del desnudo, pero no como al tópico que desde la antigüedad atraviesa muchas etapas de la historia del arte, sino como libres y exóticas variaciones que sumergen al espectador en veinte desnudos de la misma persona: la marchand Alejandra Perotti, que en complicidad con veinte artistas, lúdicamente, se ha prestado a exhibirse en toda su desnudez como modelo de cada uno, los cuales, desde sus propias visiones, con vigilia, imaginación y sueño inventan cada escena describiendo o simbolizando sus interpretaciones. Y si antes dije “en toda su desnudez” es para diferenciar estas imágenes de aquellos desnudos que forman parte de la desnudez recatada que ha tenido una amplia aceptación en el campo de la pintura y la escultura.

Abordar este conjunto de imágenes lleva a constatar que la figura sigue siendo un enigmático jeroglífico, que en esta muestra manifiesta los visibles e invisibles caminos que despliegan la mirada de los artistas como realidades que acontecen en el plano de la ficción. De ahí el magnífico nombre de la muestra, que haciéndole un guiño al maestro Magritte, se titula: ceci n´est pas Perotti.

El imaginario que propone esta exposición es de una heterogeneidad que hace patente uno de los rasgos más visibles de nuestra actualidad: la emergencia de poéticas individuales en las que se expresan los más disímiles sentimientos del mundo. No obstante hay un rasgo común a estas obras: lo inesperado que a cada instante atrae la mirada del espectador quien no dudo podría pensar: ¿qué quieren estas figuras de mi? y emprenden el viaje que proponen estas obras, que pueden desatar el rechazo, el humor o la aceptación, pero nunca la indiferencia.

Raúl Santana, Julio de 2015