Notas Artistas

El cuarto vacío

aquella noche pasé de un sueño a otro, y  de éste a otro, y a otro, y a otro... hasta detenerme en una horrenda pesadilla.
Sentado en una habitación cerrada y vacía, se abrió en silencio la puerta; salí y choqué con otra, la abrí, la volví a cerrar; la anterior quedó a mis espaldas y así fui pasando de una habitación a otra, y luego a otra, hasta entrar en una de color blanco y su puerta desapareció.
Las paredes de la habitación eran blancas; sin embargo, nada había para hacerlas visibles, ya que no entraba luz alguna ni había lámparas que la iluminaran... pero la blancura de sus paredes fue visible sólo apenas por unos instantes; pronto volvieron las tinieblas. Me invadió el silencio... un silencio atroz. Me recosté en el
suelo, traté de hundirme en él e intenté aflojarme...
pero de pronto comencé a caer, un caer que caía sin escapatoria. Y desde entonces sigo cayendo... y caeré siempre.