Notas Artistas

Registros de la memoria cotidiana
por Laura Messing*

En mi sueño había una puerta. A través de ella podía ver la sombra de las amapolas

I.R.

 

Todos los días  son casi similares, pero en cada uno hay detalles, instantes, encuentros, hallazgos, sensaciones particulares y una manera diferente de vivir lo mismo.  ¿Cómo se relacionan los procesos de la memoria con los acontecimientos vividos? De estos procesos, parecen tomar nota las pinturas de Iliana Regueiro.

Sus trabajos son registros del recuerdo de lo cotidiano, operan como proyecciones del funcionamiento de la memoria; capa sobre capa, imágenes recortadas, distorsionadas, traducción de las evocaciones, una y otra vez, día a día. La combinación de lenguajes: geométrico, abstracto, figurativo, signos y símbolos, está alimentada por la variedad de los estímulos cotidianos. Las capas se superponen, se obturan y un pequeño recorte de cada reminiscencia sirve para reconstruir o proyectar los relatos, completados por la experiencia vivida. Por eso las figuras se van aplanando unas a otras, como hace la memoria con lo vivido. Se aplanan los recuerdos, se aplanan los colores.

Si imagino que cada canvas corresponde a un día, inmediatamente lo asocio con la reflexión, atribuida a Buda Gautama: “Si quieres saber cómo fue tu pasado, mira lo que eres hoySi quieres saber cómo será tu futuro, mira lo que estás haciendo ahora”. El tiempo y la dedicación al desarrollo y selección de los colores utilizados así como la insistencia en los procesos y las imágenes también evocan a Oriente.

Por eso no puedo dejar de asociar estas pinturas de Iliana con los registros de fecha de On Kawara que igual que ella, rinden diariamente homenaje al transcurso cotidiano del tiempo, casi como saludando cada día nuevo al sol mientras repiten el mantra: ¡Estoy vivo!

 

*Marzo 2014