2016. Mientras descansan los árboles, Galería Praxis

Mientras descansan los árboles

Por Beatriz Moreiro

Hace varias décadas mis ojos, mis manos y mi cuerpo, estrecharon profundos vínculos con  la naturaleza. Entran así en escena elementos de este entorno, que fueron desarrollándose en las distintas series: bicho-canasto, escarabajos, tacurúes, avisperos, nidos, flores, cactus, recolecciones. Dibujo, grabo, construyo  objetos  y  armo  instalaciones.

Adapté mi lenguaje para dar testimonio de lo que sucede en mi paisaje. Aunque pueden ser muchas las formas de relatos posibles, creo la forma de mi propio relato.

Nací en Buenos Aires y hace ya muchos años, decidí venir al norte argentino, a Resistencia, Chaco. Necesité cada vez más adentrarme en este mundo natural. Fue así que construí mi casa mimetizándose con los árboles, entre el monte, el estero, el río y la tierra, fusionándome con ellos,  tratando de descifrar sus lenguajes.

Pude despertar cada mañana con sonidos de pájaros. Pude escuchar las chicharras en  días de calor pleno, o coros de ranas después de la lluvia. Pude caminar a la vera del estero, penetrar el monte, y ver como las potentes caraguatás le ofrecían su custodia. Pude caminar en campos quemados y ver los lirios emergiendo de esa negrura. Recolecté restos de ese monte arrasado y me acosté  cada noche escuchando a los grillos, bajo la luz de la luna o de las estrellas.

Dibujé  planchas de grabado con campos quemados y construí caraguatás de acero.

Pude observar los árboles  inertes, inmóviles, como durmiendo un sueño infinito, revestidos de entramadas vegetaciones creciendo en sus cortezas. En ellos, se generaban  pequeños y aéreos paisajes. Como en el árbol,  con mi lápiz realicé paisajes semejantes en la blanca hoja de papel.

 Todo está estrechamente relacionado, a lo largo del tiempo .La  trascendencia de lo mínimo se encuentra a través de la imagen. Busco crear elementos de interpretación de la realidad,  y a través de la forma, invitar a reflexionar sobre el sentido de la existencia.

 La naturaleza se manifiesta, se muestra, y entro en comunión con ese universo,  simplemente me siento como una continuadora de esa acción, y la re-creo en mi obra.

 Como ella construyo mi propio universo.