Luego de presentar las series Percantas, bacanas, chirusas y otras cuestiones y Desnudos y nudos, la artista platense Silvia Crespo Copello continúa con trabajos de mujeres pero “con otras características”, indicó la creadora, que muestra sus trabajos en Vendrás (2 Nº 1029 e/ 51 y 53), de miércoles a sábados en el horario de 16 a 20, hasta mañana.
Mujeres -a secas- es el título que engloba esta nueva producción de la pintora, quien dejó atrás un tinte “más nostálgico, relacionado con el tango” y se volcó hacia un tipo de mujeres “más comunes, las de todos los días, que a pesar de estar desnudas, son mujeres como cualquiera, no tan exuberantes”. Copello reconoció que continúa con la misma temática pero “desde otro lugar”,  ya no son mujeres “melancólicas, abandonada, dramáticas” sino “mujeres que podríamos ser cualquiera: en un contexto particular, algo más intimista, algo que tiene que ver con el interior, más que con su historia”.
–¿Qué la motiva a continuar pintando mujeres, pero siempre desde un enfoque diferente?
–No pretendo darle a la mujer un espacio  como censurado o marginal, sino darle naturalidad, normalidad, algo que sea más abordable, darle una vida más cotidiana y no algo más enganchado con el dolor, la angustia, la desazón. Ver como la mujer fue tomando tanto protagonismo desde aquella época del tango a la actual, y en estas obras en particular hice cosas más normales, no tan esculturales. Una etapa anterior de la mujer que está plasmada en mis muestras anteriores, y en esta son mujeres de la cotidianeidad.
 
MUJERES. La exposición está conformada por cuadros que fueron hechos durante el 2009 y el 2010 que, como se dijo, mantienen una temática en común, que justamente le da el nombre a la muestra: Mujeres. La artista plástica recordó algunas de las cosas que se dijeron en la inauguración, precisamente la alusión a las ventanas, pero no desde el afuera, sino -y contrariamente-, “desde el adentro, como si fuera que las propias mujeres tuvieran una mirada interna ‘más crítica’ hacia ellas mismas, más encerrada”.
–Además de seguir pintando a las mujeres, insiste en pintarlas desnudas, ¿a qué se debe esa decisión?
–Yo creo que estamos desnudos por más que estemos vestidos. Cuando nos movemos en la sociedad se expone lo que somos y la mujer está muy expuesta en todos los sentidos. Si hoy vemos lo que es la mujer con respecto al hombre, además de que a ellos siempre se los cuidó más, la mujer tiene una carga doble: porque carga con todos los logros nuevos, más los que tenía anteriormente. Igual, no es ese el sentido que le quise dar. A mí me gusta la desnudez, me gusta mucho trabajar el desnudo, y en la mujer es sumamente estético y poético, mucho más que en el hombre, y puedo elaborarlo desde distintos lugares.