News Argentina

miércoles 16 de julio, 2008
ANÍBAL JOZAMI
El arte como un placer que refleja el diseño de una vida
por Laura Batkis
ANÍBAL JOZAMI
 

Con Schuljin y Ludueña dio los primeros pasos en el largo camino del coleccionismo de la manera más impensada. Hoy, a treinta y dos años de ese dí­a, sostiene que el arte que lo rodea es el que tiene que ver con las distintas facetas de su vida, ya sean maestros o contemporáneos.

Con Schuljin y Ludueña dio los primeros pasos en el largo camino del coleccionismo de la manera más impensada. Hoy, a treinta y dos años de ese dí­a, sostiene que el arte que lo rodea es el que tiene que ver con las distintas facetas de su vida, ya sean maestros o contemporáneos.

Arte al Dí­a: ¿Cuándo empezó a coleccionar?
Aní­bal Jozami: En 1974. Me sobraba el tiempo, estaba desocupado. Mi ex mujer tení­a un buen sueldo y yo me dedicaba fundamentalmente a la militancia polí­tica. Viví­a en Vicente López y caminaba todas las mañanas hacia San Isidro. Allí­ estaba la Galerí­a L'Atelier, de Raquelita Silberman. Veí­a que yo miraba la vidriera y me iba. Un dí­a me preguntó por qué no entraba, le dije que porque no iba a poder comprar dado que estaba desocupado. Me dijo que me llevase el cuadro que quisiese y que cuando tuviera trabajo se lo iba a pagar. Me llevé dos obras, una de Schurjin y otra de Ludueña.

AAD: Usted tiene una de las pocas colecciones en la que además de arte contemporáneo hay maestros del arte argentino, como Malharro y Berni entre muchos otros.
AJ: Pienso que no se puede tomar el arte contemporáneo como si fuera algo separado de lo anterior. Los artistas actuales existen gracias a que hubo otros artistas antes. Hay un ejemplo que hemos conversado, y es cómo Pablo Suárez usaba los colores de Garmajo Gutiérrez.

AAD: Usted hoy atesora piezas muy importantes y buscadas como Berni, que adquirió antes de que se convirtieran en moda.
AJ: Lo que yo siempre compré es arte que tuviera que ver con algunas de las facetas de mi vida. Como durante muchos años trabajé en el norte, compré artistas de esa región. Como Osorio Luque que pintaba las rutas de Tucumán y las carretas que traí­an caña de azúcar, que eran las que yo tení­a miedo de chocar cuando viajaba en auto. Otros artistas tienen que ver con la militancia polí­tica, como el Grupo Espartaco. No siempre es el contenido polí­tico o geográfico lo que me atrae, también puede ser la belleza de una mujer como en algunas obras de Presas.

AAD: ¿Tiene asesores artí­sticos?
AJ: No. A veces pido opiniones para reasegurarme con lo que ya compré.

AAD: ¿Por qué piensa que la gente colecciona arte?
AJ: Hay coleccionistas que quieren ser "coleccionistas", como tener el tí­tulo, entonces así­ como si usted quiere jugar al golf se contrata un profesor de golf, contratan un curador que les diga lo que tienen que comprar para que lo que vayan a tener sea una colección. Yo compro lo que me gusta, por placer. Mi vinculación con el arte y como comprador de arte es el goce.

AAD: En un momento su colección empezó a tener más piezas de arte contemporáneo.
AJ: Sucedió naturalmente, voy a ver exposiciones actuales, encuentro cosas que me gustan y las compro.

AAD: ¿Qué piensa sobre la idea de comprar arte argentino como inversión?
AJ: Como idea es muy buena. Creo que el arte argentino está retrasado en sus valores, deberí­a valer tres o cuatro veces más en tanto se lo compara con los artistas de esa misma época y de la misma calidad de otros lugares del mundo.

AAD: Sin embargo no sucede, aunque hoy existe internacionalmente un mayor interés en el mundo por el arte argentino, y el arte latinoamericano.
AJ: Efectivamente, pero el paí­s no acompaña. Dentro de la polí­tica cultural argentina no hay ni un renglón que tenga que ver con posicionar artistas argentinos en el exterior. En las antí­podas de la postura argentina está China, que está planteado como polí­tica de Estado que haya cien artistas chinos que lleguen al millón de dólares en su cotización.

AAD: Hablemos un poco de la ley de mecenazgo.
AJ: Creo que habrí­a que tener una ley de mecenazgo que parta de lo que es la realidad argentina. Si este es un paí­s en el que hay mucha evasión, y si se quiere lograr que haya capitales que vayan a ser mecenas del arte, hay que dar una serie de ventajas que sean un aliciente para que haya menos evasión y se declaren las cosas. De eso modo los que lo hicieran tendrí­an la posibilidad de dedicar parte de ese dinero al arte. Eso mejorarí­a la realidad impositiva del paí­s y se harí­a algo por el arte también. El proyecto anterior de ley de mecenazgo hablaba de porcentajes tan mí­nimos que en un paí­s en el que mucha gente evade, evidentemente iba a ser más conveniente para esa gente seguir evadiendo que blanquear las cosas en función de eso. Tiene que haber una polí­tica de ingreso y egreso de obras de arte. Al ponerle trabas a la obra, se está perdiendo posibilidad de que la Argentina vuelva a ser un lugar donde haya obras de arte importante.

AAD: Este año por primera vez la imagen institucional de la Bienal de San Pablo es de un artista argentino, Jorge Macchi. ¿Qué piensa al respecto?
AJ: Es importante, pero la Bienal dura tres meses y todaví­a acá ni se difundió.

Perfil

Es sociólogo, empresario y académico. Padre de 3 hijos. Rector de la Universidad Tres de Febrero, Director de la Fundación Foro del Sur y de la Revista Archivos del Presente. Su colección se parece a su dueño y no los cánones que dictaminan los demás. Desde los inicios de la pintura nacional con Malharro, pasando por Suárez hasta Jorge Macchi, tiene una de las colecciones más completas de arte argentino.