Nota publicada online

viernes 10 de febrero, 2012
Solo Proyect de KARINA PEISAJOVICH en ARCO MADRID 2012
Solo Proyect de KARINA PEISAJOVICH en ARCO MADRID 2012

Seleccionada por el jurado de curadores de ARCO Madrid, Karina Peisajovich presentará un Solo Projects en la edición 2012 de la feria madrileña que inaugura el 15 de febrero: "Máquina de hacer color (suite para cinco movimientos)" y "Cada vez que veo un arco iris".

"Máquina de hacer color" -obra presentada en la 7ma Bienal del Mercosur 2009- consiste en la proyección de 5 haces de luz que se intersectan sobre la pared, cambiando de color en el transcurso del tiempo. La hipnótica instalación, delata su sensibilidad musical; una proyección de luz emanada de ocho focos con colores y formas redondas que al encontrarse flotan, se fusionan, disocian, bailan, y componen una silenciosa sinfonía. La cadencia cromática bien puede asociarse al interés por la música que movilizó tempranamente a la artista, que solía tocar la batería y soñaba con formar una banda de rock.
"Cada vez que veo un arco iris" es el título de una serie de fotos en las que Peisajovich intenta registrar los efectos efímeros ocasionados por la luz al refractarse en los colores prismáticos.
Las sorprendentes y deslumbrantes intervenciones lumínicas de Karina Peisajovich construyen espacios y discurren acerca de las posibilidades perceptivas de los mismos, abordan preocupaciones vinculadas con la visión, con la relación directa entre la imagen y el ojo. “Mi trabajo está ligado a los experimentos modernistas con la abstracción y la percepción y a mi formación temprana en la pintura y el teatro alternativo. Del teatro tomé algunos dispositivos escénicos como el espacio y la luz, que al trasladarlos al lenguaje visual, cobraron entidad y se volvieron la materia de la obra”, afirma Peisajovich.
Peisajovich presentó sus primeros experimentos con luces en 1999, luego de haberse hecho conocida por gigantescas pinturas de autorretratos, por sus objetos en acrílico, por escenografías y vestuarios para el teatro. Fue en el sótano de la galería Belleza y Felicidad (Buenos Aires) donde desplegó Luces, proyectores de diapositivas con imágenes abstractas y distintos dispositivos lumínicos que inauguraron el camino por el que transita actualmente, jugando seriamente con la luminosidad y con la oscuridad en instalaciones que invitan al espectador a recorrerlas y a revisar certezas acerca de lo real y lo artificial.
Tras años de estudio, insistencia y residencias de artistas en el exterior, el logrado refinamiento de los procedimientos que alcanzó la artista se verificó en Ogród (2004, Bienal de Lodz Polonia), y en instalaciones análogas que mostraron el resultado del cruce entre el espacio arquitectónico y el espacio representado.

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