Nota publicada online

miércoles 30 de septiembre, 2015
Sara Facio artista invitada en BADA
Costa Peuser, Marcela
por Marcela Costa Peuser
Sara Facio artista invitada en BADA

En el marco del homenaje que BADA hace a la inolvidable María Elena Walsh, Sara Facio presenta en imágenes la vida de esta polifacética artista tan querida por quienes crecimos entonando sus populares canciones

De la misma manera que recordar las canciones como el Monoliso, el Jacarandá y el Reino del Revés es recordar a María Elene Walsh, hablar de fotografía es hablar de Sara Facio. Y es que Sara, inquieta y curiosa, además de elegir la fotografía como medio de expresión, concibió un camino y lo construyó dejando su serena huella para que otros la sigan.

María Elena Walsh

Apenas recibida en la Escuela de Bellas Artes, se presentó junto con Alicia D’Amico, su compañera de estudios, a una beca del Gobierno de Francia y la ganaron. El Museo del Louvre se convirtió en su escuela con asistencia perfecta. En el período de vacaciones llegaron a Alemania donde se encontraron con la nueva protagonista de las artes visuales: la fotografía. Frecuentaron exposiciones de fotografía artística, conocieron las bases de la fotografía subjetiva, término con el que Otto Steinert retornó a la “nueva fotografía”, introducida en la década de 1920 por fotógrafos de la Bauhaus, pioneros de la fotografía experimental, en una búsqueda por ampliar las posibilidades expresivas y creativas en esta disciplina, y que habían sido fuertemente combatidos por el nazismo. Las grandes fábricas alemanas lanzaban sus equipos revolucionarios al mercado. “Nos compramos nuestras primeras cámaras, con telémetro y fotómetro, ¡todo un descubrimiento! Demasiado inquieta, pronto descubrí que prefería recorrer las calles con mi cámara en mano a estar encerrada en un estudio. Así fue como colgué los pinceles.”


Alicia y Sara tenían claro que querían hacer fotografía artística y muy pronto abrieron su estudio porteño. Por esta época conocieron a Annemarie Heinrich. “De ella aprendí el amor y respeto por la fotografía. Annemarie vivía para la fotografía; su felicidad consistía en estar en la galería haciendo fotos, más tarde se encontraba con sus modelos para mostrárselas y, cuando volvía, antes de acostarse, retocaba sus negativos. Se pasaba horas organizando sus archivos con la prolijidad germana que la caracterizaba. ¡Fue una experiencia única!”
Sara Facio participó activamente del Foto Club Buenos Aires, una institución que nuclea a fotógrafos profesionales y amateurs, que organiza premios y que, por ese entonces, era uno de los pocos caminos de legitimación en la profesión elegida. En 1963, su obra Cielo y Tierra recibió el primer premio de esta institución y fue reproducida por el Diario La Prensa a página entera. “Esto provocó que mis acciones subieran en mi familia, después de la decepción de haber dejado los pinceles.” 


Vacaciones en Punta del Este

Sara considera una buena foto aquella que logra trasmitir un contenido emocional, no sólo estético, ni siquiera aquella que es técnicamente maravillosa. “La fuerza de la imagen es la que me impacta.” María Elena Walsh, escribió sobre una cierta "magia embellecedora" en las fotografías de Sara Facio para las que la escritora posó varias veces con y sin intención.

 

Sara Facio es considerada, ante todo como una gran retratista porque trasmiten la esencia del retratado; hay algo allí que determina su ser. Fotografió a Jorge Luis Borges, Beatriz Guido, Carlos Fuentes, Pablo Neruda, al escritor y fotógrafo Juan Rulfo, a Octavio Paz, Alejandra Pizarnik, Doris Lessing y, congeló el emblemático retrato de Cortázar con el cigarrillo todavía sin encender en su boca levemente fruncida. En todos los casos, Sara Facio registró con su cámara un segundo de cotidianeidad que está a simple vista y que luego, en el papel revelado porta esa magia de la que hablaba Walsh. Magia que podemos descubrir en la muestra homenaje en Bada.

¿Qué le aconseja hoy Sara Facio a un joven artista?

“Que se dedique con alma y vida. Que no pierda la curiosidad. Que lea, que mire mucho a los artistas que lo precedieron, porque allí va a encontrar mucha nafta para alcanzarlos y superarlos. ¡Y , sobre todo, que jamás pierda la capacidad de sorprenderse!”

Notas más leídas