Nota publicada online

miércoles 17 de septiembre, 2014
Los vencedores y los vencidos
Muestra de arte contemporáneo en le MamBA
Costa Peuser, Marcela
por Marcela Costa Peuser
Los vencedores y los vencidos

Cincuenta obras de la Colección del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires que ponen el acento en las imágenes de violencia de algunas obras del acervo del museo. La muestra se acompaña con la edición de un libro con el ensayo crítico de Ana María Battistozzi, curadora de la misma.

Un hombre amenaza con arrojarnos una piedra apenas trasponemos el umbral de la sala del segundo piso del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Así  comienza la muestra “Los vencedores y los vencidos” curada por Ana María Battistozzi y que registra las distintas marcas de violencia a lo largo de distintos momentos de la historia argentina y cuyo punto de partida son las propias obras de la colección de este museo.

La muestra, que no es cronológica, se inicia con la impactante instalación de Graciela Sacco “Sombras del sur y del norte” del 2001 cuya imagen que podría pertenecer al Buenos Aires previo al 55, a los 70, al mayo francés del 68, como a nuestros días en cualquier lugar del planeta.

Obras paradigmáticas de artistas paradigmáticos nos enfrentan situaciones densas y siniestras, pero no por ello ajenas, como “La crucifixión” de Norberto Gómez de 1983 que enarbola las vísceras y los restos descarnados de un hombre; o “El parto” de 1982 de Alberto Heredia, y nos generan auténtica angustia.

Alberto Heredia

Oscar Bony y Horacio Zavala

Gabriel Valansi y Florencia Rodríguez Giles

     

Otras mas sutiles pero no por ello menos efectivas como el díptico “Culpable –Inocente de 1998 de Oscar Bony en donde la diferencia puede estar en la mirada y en la palabra grabada en la frente pero el resultado es el mismo: tres disparos. El “Hacha” de Horacio Zabala de 1972-1998 que hiere de manera contundente el mapa de la República Argentina o el díptico en blanco y negro de 1972 con la palabra “VIOLENCIA” en relieve que se repite insistentemente insinuando las dos caras de la violencia de Juan Carlos Romero.

   

Entre las cincuenta obras exhibidas hay grabados, pintura, fotografía, escultura, video e instalaciones:  la “Manifestación”, aguafuerte  de Ricardo Carpani del los 60 con sus rostros y gestos amenazantes, la obra gráfica de Antonio Seguí de los años 60 y 70 con fuerte tono mordaz y de denuncia; artistas como Jorge de la Vega, Alberto Greco y Yuyo Noé con toda la carga matérica y expresiva de su pintura en los años en que integraban el grupo de la Otra Figuración; las esculturas contestatarias de Enio Iommi, quien incorporó alambres retorcidos y adoquines a sus obras o Alberto Heredia quien las envolvió en trapos pintados de rojo;  fotografías mas sutiles como la de Dalila Puzzovio “Mientras unos destruye otros construyen”, la fotografía intervenida de Nicolás García Uriburu en la que colorea de verde el Río Luján a su paso por una curtiembre o, mas impactantes como la de Gabriel Valansi “ Zeitgeist (epílogo) Bagdad” de 2001, una superposición de tres imágenes, tomas de bombardeos en Afganistán, emitidas por la CNN.

Se trata de una muestra de alto voltaje por su contenido, su calidad y también por su actualidad y que nos invita a reflexionar sobre nuestra sociedad al tiempo que advertimos que el arte nunca permanece ajeno; la violencia penetra a través de simbolizaciones o , incluso, en los modos de producción.

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