Nota publicada online

lunes 16 de noviembre, 2009
Las historias que nos contamos
Desde Mendoza
por Graciela Distéfano
Las historias que nos contamos

"Lo que la naturaleza es a las cosas, es la historia- como res gestae- al hombre" G. Gadamer

Una sucesión de hechos que se producen a lo largo de un tiempo determinado, normalmente, dan como resultado la variación o transformación, en el sentido que sea, de la situación inicial.

Así nuestras pequeñas historias son imágenes de un territorio geográfico y social y es allí donde se pone interesante pensar los lenguajes del arte desde la vida presente.
La muestra "Ecos del futurismo" auspiciada por el Consulado de Italia donde se mostraron obras de artistas contemporáneos era una propuesta para reflexionar sobre los cien años transcurridos de aquella vanguardia histórica. A la relectura efectuada por los artistas de la Academia de Bruera, se sumaron las interpretaciones de varios intelectuales mendocinos e italianos invitados. Así se fueron efectuando descubrimientos, deducciones, en suma interpretaciones de un fenómeno con ríspidas aristas (misoginia,
belicismo, facismo) que fueron el contrapeso ideológico de que alejara con espanto a nuestros intelectuales de un planteo estético con grandes posibilidades. Los mismos futuristas "de la segunda leva" como Deparo y Piero Illari, a raíz de la distancia ideológica con el facismo, se radicaron en la Argentina contribuyendo al desarrollo temprano del diseño publicitario y gráfico con publicidades que hoy son emblemáticas. Mendoza exhibe una de las primeras Facultades de Diseño del país, y fueron justamente profesionales de la amplia comunidad de origen inmigratorio italiano (Abdulio Giudice y otros) los que bregaron por su instalación en el seno de la universidad. Los íconos y claves de la estética futurista se enraizaron de tal manera, al igual que "le parole en libertá marinettianas" que forman parte de un a tradición gráfica a la que podemos percibir con sólo dar una rápida miradas a diarios y revistas de un pasado no tan lejano.
Mientras esto ocurría en la planta alta del ECA, a ras de la calle discurría otra historia: la que nos narra Cecilia Andresen de la inquietud del maestro mendocino Alfredo Ceverino y su intención de ceder la posta a jóvenes artistas y, juntos, "trabajar" la muestra con distintos talleres gratuitos para los niños, lo que pone en evidencia el deseo de dejar
muestras claras de la continuidad y la transferencia en la cultura. El valor de lo "hecho en Mendoza". Para esto y, siguiendo la más visceral de las tradiciones de la antigua Academia de Bellas Artes, Ceverino decidió poner las manos en el fuego por 5 artistas a los que ha visto crecer: Alejandro Ceverino, Laura Rudman, Paula Dreidemie, Leandro Pintos y Luis Humberto, reviviendo, de algún modo, la experiencia de maestro-discípulo, en la cual quedan expuestos un modo de concebir los espacios del arte y un estilo de
transferir experiencias. Y con un plus: la creación en diversas disciplinas de lo artístico y la valoración y el intercambio de los bienes producidos en favor de quienes más lo necesitan: Historias de lejos y de cerca, presentes cercanos y futuros avisorados que continuarán insistiendo en la pluralidad de imágenes y su discursividad.

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Con la colaboración de Cecilia Andresen

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