Nota publicada online

miércoles 7 de octubre, 2015
Larrea, Lehmann y Moccio
Frágil pero no tanto
Costa Peuser, Marcela
por Marcela Costa Peuser
Larrea, Lehmann y Moccio

Tres artistas, seleccionados por Julio Sánchez, revelan su particular modo de ver el mundo a través de los materiales y las técnicas con que fueron realizadas las obras.

Es a través del arte que el hombre puede expresar la visión más sensible del mundo: las sensaciones, las percepciones y las emociones. Tres artistas, Fabiana Larrea (1972) Pablo Lehmann (1974) y Andrea Moccio (1964), reunidos en Fundación Klemm por Julio Sánchez -curador de la muestra-, exploran la fragilidad a través de su obra. Dos de ellos eligen el papel y la tercera el hilo de coser para realizarla. Una obra que les demanda minuciosidad, precisión y muchísimo tiempo. Realizarlas es parte del mantra de la creación, cuidarlas y conservarlas es el otro desafío.

Apenas trasponemos la entrada a la sala, la Piel del dragón de Andrea Moccio se descuelga del techo como una trama delicada y antigua, casi traslúcida, que nos recuerda aquel fantástico ser que alguna vez fue y ya no es. Experta grabadora, Moccio imprime en serigrafía sobre ambos lados del papel de seda en forma manual para luego troquelarla con sacabocados, el papel se carcome logrando esa sorprendente textura escamosa. Un sonido crepitante late desde un costado de la sala; son las manos de la artista que, desde Pasional -un video en blanco y negro- muestra sus manos manipulando y desgarrando el papel y como éste ofrece resistencia.

 

El Inventario de palabras del idioma español de Pablo Lehmann que cuelga de una pared son los tres únicos puntos de color de la muestra; cada una de ellas esta formada por tres tramas superpuestas. Al acercarnos descubrimos que se trata de palabras que flotan en el espacio gracias al minucioso trabajo del artista quien, cortante en mano, vacía todo lo que las rodea. Mientras la lectura se vacía de sentido, el texto cobra fuerza gracias a la seducción de la imagen.

Pablo Lehmann

Los tejidos aéreos de Fabiana Larrea, trepan como telas de araña en el espacio mientras dibujan poéticas sombras. La artista teje como se teje el ñandutí en su Corrientes natal, un trabajo exquisito en el que hay mas vacío que materia. Al observar su sombra proyectada aparecen personajes inesperados.

Frágiles y etéreas, las obras de estos jóvenes artistas, invaden el espacio expositivo para mostrarnos, sutilmente, aquello que está pero que en cualquier momento puede dejar de estar, permitiéndonos reconocer así nuestra propia finitud. Pero también, poniendo de manifiesto una fragilidad que no lo es tanto.

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