Nota publicada online

sábado 28 de mayo, 2011
El baño azul de Pasaje 17
por Melina Ruiz Natali
El baño azul de Pasaje 17

Un fuerte olor a naftalina proviene del baño azul. Es el de hombres. Los mingitorios tienen unas grandes piezas de naftalina azules y fucsias. No son nada relacionado con la exposición artística.

Al menos no están pensadas para que así sea. El baño azul de la Galería de arte Pasaje 17 dispone de baños propios que funcionan además como pequeños sectores de intervención artística. Desde el 4 de mayo y hasta el 1º de junio exponen allí Laura Códega, en el baño rojo, unos dibujos de paisajes tropicales con palmeras y chozas. En el baño unisex, retratos colgados en las paredes por el artista ecuatoriano David Katzowicz. Y, por último, en el baño de hombres se
presenta Gabriela Salgado con sus Intersticios.
Pasaje 17 encontró en estos baños una forma de ampliar el lugar físico de difusión artística. Tal vez el baño, desde la Experiencia 68', en el Instituto Di Tella con la instalación de Roberto Plate, se ha transformado en un ambiente de expresión atractivo para los artistas y el público. Es como un pequeño espacio clandestino. El espectador va a los baños, allí conversa con otras personas, y contempla las intervenciones. Además lava sus manos, tira de la cadena y se mira al espejo.
El fuerte olor a naftalina conduce al baño azul. Allí, Gabriela Salgado colocó a modo de guarda decorativa diferentes páginas de la revista Mucho gusto. Todas ellas están caladas con motivos parecidos. Como moldes de stencil fueron pegados en la pared y en el espacio recortado apareció el azul del baño. El color moviliza los recuerdos de la artista. Cuando vació la casa de su madre encontró las revistas y también un juego de plato de loza inglesa. Es con esa idea de decoración vegetal y curvilínea que Salgado caló las paginas. Y ese color lo utiliza como columna vertebral en toda su obra. Un azul va invadiendo como enredadera los espacios y emerge desde el fondo. El color se desprendió de la loza y también se separa de la pared. No es el soporte; es parte ineludible de la intervención. ³Utilizar este baño azul es generar un juego de positivo y negativo con el collage², explicó la artista. El baño azul es ahora un intersticio, que va creciendo como una
planta sobre las páginas de la revista. Y observa a los espectadores que ingresan, conversan, se miran al espejo y sienten el olor a naftalina.

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Hasta el 1 de junio
PASAJE 17 | Espacio de arte, Bartolomé Mitre 1559

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