Nota publicada online

jueves 20 de septiembre, 2012
Donación del Archivo de la Galería Lirolay a la UNTREF
Donación del Archivo de la Galería Lirolay a la UNTREF

La Universidad Nacional Tres de Febrero recibió la donación del Archivo de la Galería Lirolay que, hasta ahora, poseía la miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes, Nelly Perazzo. Entre las piezas que recibió la institución, se encuentran textos de artistas como Antonio Berni, León Ferrari o Luis Felipe Noé, que expusieron en la galería. Ahora, los investigadores de UNTREF, se embarcarán en la tarea de catalogar y organizar los trabajos donados entre los que hay bocetos, afiches, textos, catálogos, cartas y publicaciones en los medio gráficos.
Además el rector de la universidad, Aníbal Jozami, anunció que todo el material estará accesible para investigadores del campo de las artes en un archivo que funcionará dentro del Instituto de Investigaciones en Arte y Cultura "Dr. Norberto Griffa". Además, Diana Wechsler, anunció que se prevé una exposición del material y publicación de un libro. 

Sobre Galería Lirolay:
La Galería Lirolay funcionó entre 1960 y 1981. En su primera década, funcionó paralelamente con el Instituto Di Tella, asumiendo ambos la gran apertura del arte contemporáneo que se vivió en Buenos Aires en los años ’60 y fue cubriendo las explosiones y necesidades del arte joven.
Lirolay no sólo fue un lugar de exposición, sino también un lugar de encuentro y debate de la contemporaneidad. En su tiempo inaugural expusieron en Lirolay, artistas como Aizenberg, Berni, Barilari, de La Vega, Ferrari, Minujín, Noe, Polesello, Seguí y Pablo Suárez, entre muchos otros. 
Su sede original fue en Esmeralda 868. En el año 1961 inauguró una tercera sala y, en octubre de 1964, una cuarta. Algunos años después, funcionó también en un primer piso en Paraguay 794 . Estaba a un paso de Florida, por lo que una revista muy conocida de la época la llamó “la manzana loca”, bien ubicada para el acceso del público ávido de novedad, atraído por la difusión que habían tomado las exposiciones y las actitudes de los artistas de la época. 
Lirolay no fue exclusivamente un espacio de exposición y venta de obras, intervino en el mercado simbólico de bienes culturales, operó sobre el carácter social de consenso acerca de los valores estéticos y brindó a los artistas jóvenes formas de reconocimiento.

Notas más leídas