Nota publicada online

miércoles 7 de septiembre, 2016
Caleidoscopio en la antigua Bibiloteca Nacional
Intervención visual de Augusto Zanela y Benjamín Ossa
Caleidoscopio en la antigua Bibiloteca Nacional

Más de 700 espejos semicirculares interactúan con los ventanales de la cúpula de la ex sala de lectura de la antigua Biblioteca Nacional por medio de un juego de luces y nieblas, que proyectan reflejos caleidoscópicos y crean un escenario único sobre la arquitectura del lugar.

Decía Cicerón: “Más fácilmente lo que se ve, que lo que se oye, perciben los ojos de la mente”. Así, el espejo resulta ser la metáfora y al propio tiempo la materialización por excelencia de la virtualidad de la percepción. Todo cuanto percibimos, eso que llamamos realidad, es pura ficción delos sentidos; eso nos dice el espejo. Nuestra mente construye imágenes y les da significados, como en un caleidoscopio. Lo auditivo es aún más complejo. Las formas que creemos oír son igualmente subjetivas o culturales, pero más vagas todavía. Experimentar con ellas, con una textualidad de la audición, con la imitación, con el reflejo, ha sido un desafío para los compositores, desde siempre. En ese sentido, el canon es a su vez la materialización de la virtualidad de la audición. Esta forma musical propone al oyente la imitación textual de una melodía, en su propia altura o en otra altura, con su propia duración o con otra duración, recta o invertida, de comienzo a fin o de fin a comienzo. Al igual que el espejo, pone de manifiesto que son solamente pautas lo que vemos u oímos. Y que, como en un caleidoscopio, la construcción, la geometría más rígida, puede percibirse como expresión de una libertad absoluta.


Por eso elegimos para complementar esta intervención visual, una serie de obras en su mayoría canónicas. Los tres movimientos de la Sonata de Fasch son cánones a la onceava sobre un bajo, mientras que los cuatro movimientos de la Sonata de Telemann son cánones a la octava. Varios cánones de La ofrenda musical de Bach (perpetuo, cancrizans –en el cual se superpone una melodía, ejecutada de comienzo a fin, con la misma melodía, ejecutada de fin a comienzo–, fuga canónica a la quinta superior, por tonos) y un número de El arte de la fuga, también de Bach (en sus dos versiones, una inversión de la otra), completan esta muestra del contrapunto más estricto del Barroco. El propio programa del concierto está construido en espejo, y centrado en una sonata de Händel, la única composición no canónica; paradójicamente, quizás la más previsible.



Programa



JOHANN FRIEDRICH FASCH (1688-1758)

Canon (Sonata à 3 en Fa mayor) flauta dulce, violoncello y bajo continuo

JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750)

Contrapunctus XII rectus(de “El arte de la Fuga”) órgano solo

Canon perpetuus super thema regium/Canon per tonos

(de “La ofrenda musical”) instrumentos

GEORG FRIEDRICH HÄNDEL (1685-1759)

Sonata en Sol menor. flauta dulce y clave

JOHANN SEBASTIAN BACH

Canon cancrizans/Fuga canonica in epidiapente (de “La ofrenda musical”) instrumentos

Contrapunctus XII inversus(de “El arte de la Fuga”) órgano solo

GEORG PHILIPP TELEMANN (1681-1767)

Canon (Sonata à2 en Si bemol mayor), flauta dulce, violoncello y clave


PHIL D'OR

José Luis Etcheverry, flautas dulces
 Ignacio Caamaño, violoncello barroco 
Matías Targhetta, clave y órgano



Centro Nacional de la Música y la Danza, México 564, CABA


Sábado 10 de septiembre - 18 hs


Entrada libre y gratuita

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