Nota publicada online

viernes 28 de septiembre, 2012
Abismo
por Melina Ruiz Natali
Abismo

Un diente de león voló en el viento desde un extraño bosque hasta que cayó en el mar. La semilla tardó un tiempo en hundirse y germinar en un inmenso paisaje en las profundidades más inalcanzables para el hombre. Así como Julio Verne en sus "20.000 leguas de viaje submarino", Marina Curci con sus acuarelas, plasmó algo de ese imaginario natural que allí, tal vez, se constituye.
Para el catálogo de la muestra "Abismo", de Marina Curci,-en la galería RO-, la artista eligió citar un fragmento de Verne pero no por haber sido éste un punto de partida sino más bien un momento de encuentro en el proceso de creación. "Él puso las profundidades del mar en palabras, yo, en pinturas", reflexiona Curci. Es posible que el inicio del proyecto "Abismo", esté luego de hacer la muestra "El bosque" (en 2010 también en RO galería), en donde, la artista comenzó a inclinarse fuertemente por las imágenes cada vez más alejadas de las referencias concretas del mundo real. Entonces, decidió colocar ese paisaje metafórico en el agua como un lugar imposible y desconocido para el ser humano.
En las doce obras que se exhiben en el espacio, Marina Curci da forma a una naturaleza primitiva y salvaje a partir de su imaginación. El trabajo formal, hecho a partir del uso exquisito de la acuarela trabajada con goma arábica en grandes formatos, más la combinación con pasteles, lápices metalizados y el dorado y plateado a la hoja, fija en todas las pinturas, la permanente sensación de la iridiscencia y el movimiento de las formas de luz generadas por el agua. Desde el contenido, las acuarelas de "Abismo" invaden el océano con experiencias que previamente se sumergieron en la artista. Su obsesión coleccionista de pequeños objetos (vidrios, alambres enroscados, caracoles, telas, frascos), sus caminatas por la montaña, los dibujos científicos de hojas y flores que luego su madre materializa a través del tejido, su fijación con las semillas que se esparcen por el aire, las naturalezas que crea en su estudio-taller a partir de vegetación y objetos, el trabajo experimental con el fieltro y, los cuarenta días que pasó en la Antártida en 2006 a bordo del Rompehielos Almirante Irizar. De ésta última experiencia, Curci destaca la idea de eliminar la línea de horizonte, que nuevamente aparece en las obras de "Abismo": Un lugar de vivencias asociadas a la absoluta libertad en donde se mezclan los puntos de vista.
Así, uno observa las acuarelas acuáticas de Marina Curci, y comienza a vislumbrar, un lugar que reconoce distante, misterioso, no descubierto por el hombre, pero, absolutamente habitado por la imaginación.  

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La muestra se puede visitar hasta el 12 de octubre en RO Galería de Arte, de lunes a viernes de 14 a 20 hs.

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