Notas Artistas

Una línea filosófica constante
por Marcos Aguinis*

Estela Pereda nos deslumbra con la utilización desprejuiciada de los elementos que indios, mestizos y colonizadores emplearon en su arte sacro y también profano. Los elementos son elocuentes por sí mismos, pero logran impactar cuando responden al acierto estético de composiciones, volúmenes, armonías y contrastes inventados por ella.
Una línea filosófica constante de esta artista se esmera por establecer vínculos entre cielo y tierra, ala y raíz, rostro y piedra, nube y liquen. Mantienen la lógica y generan sorpresa. Los componentes visibles o insinuados se comunican mediante la bendición de una constante lluvia que moja los diversos planos; es un recurso que apareció solo, llamado por las necesidades intrínsecas de su creación.
Al recorrer su obra se disfruta un panorama de original belleza. Estela Pereda lo ha construido con elementos caducos y perennes, más interesada en la legitimidad del origen que en la arrogancia del tiempo. Pero el tiempo ha comenzado a premiarla.
*Escritor, premio Planeta 1970
Autor de más de veinte libros publicados en Argentina y en España