Sobre la Obra de Gaby Grobo

Aproximación a las pinturas de Gaby Grobocopatelpor Juan Doffo*

La ubicación estratégica de su pueblo natal le ha permitido a Gaby desarrollar una simbología personal en base a íconos observados y observables en su recorrido habitual por los campos de Carlos Casares. El espíritu inquieto y la mirada profunda de esos lugares se ven reflejados en su obra de forma natural y remiten a historias de antepasados que surgen culturalmente y sin prejuicios dando una idea clara del territorio que transita.

La utilización del mapa de esta ciudad,“su ciudad”, como fondo para sus trabajos le han permitido atesorar la historia  y plasmar todas los elementos que representan la llanura pampeana: alambrados, molinos, postes.., todos usados plásticamente en concordancia con sus propias vivencias.

Es extraño notar la ausencia de las personas y tenerlas al mismo tiempo tan presentes. En los campos, en los molinos, en esas especies de batallas donde se pierde la intensidad de lo mirado. El mapa de los fortines, por ejemplo, remiten a espacios comandados por personas que si bien hoy no están, han sido reductos salvajes de este mismo territorio donde hoy la racionalidad de la cultura han poblado de maneras diferentes.

Tierra de inmigrantes donde todos tienen su espacio, donde los atardeceres  son de todos  y el enorme frescor matutino despierta a  una comunidad con ansias de crear como en el caso de Gaby, que puede traducir en obras la placidez de la pampa.

En su nueva serie de obras, el horizonte infinito, metafísico, inquietante, vertiginoso, de la llanura pampeana, es el eje que convoca al espectador. Un horizonte que mas que decir sugiere y en esa potencialidad incluye la inmensidad, el silencio y la poesía de esos inigualables grandes espacios que le permiten a la artista condensar formas y colores buscando el sentimiento interior y no la mirada externa de esas envolventes extensiones. Entonces esa línea que divide –o integra- cielo y tierra, lo concreto y lo mágico, apenas parece ondularse en algunas pinturas, con la silueta de un ombú o de una máquina agraria: la naturaleza y la huella del ser humano integrados en el misterio de la creación.