A simple vista, el espacio parece más un museo de ciencias que una galería de arte. De a poco, vamos descubriendo forma y contenido retroalimentándose, en este nuevo homenaje al cuerpo humano de Celina Saubidet y Marina Molinelli Wells. Socias en Cabinet Óseo -colecciones de joyas inspiradas en la anatomía- escultora y diseñadora se embarcan en otro trabajo conjunto.

Con una mirada artística de las ciencias naturales y humanas, este viaje se expresa mediante contrapuntos de tamaños y materiales, exhibiendo retóricamente la simbiótica relación entre supuestos opuestos, como interior y exterior, resistencia y fragilidad, artesanal e industrial, serie y singularidad.

Un corazón bañado en láminas doradas se adhiere a la pared de la vidriera como un trofeo de caza.

Una columna vertebral de tres metros de altura se impone como una pieza arqueológica de un ser extinto.

Células en cerámica esmaltada se expanden formando una estructura que puede crecer hacia el infinito o ser sólo un gesto mínimo.

Conformado por las huellas digitales de las artistas en papel artesanal, un manto de piel se tensa en la pared como cuero de curtiembre.

Una aldea de muelas de cerámica nos desfila desde cierta altura.

En escala real, como extraídas de un cuerpo de carne y hueso, pequeñas piezas escultóricas para ser lucidas en uso. Cinco joyas únicas. Un sinfín de muelas de juicio, un pectoral de piel, los huesos de dos manos unidas en un collar, un brazalete de células y un corazón relicario. Eternizados en metal, invitan a ser portados como escudos protectores, amuletos de la suerte, objetos poderosos y lúdicos.

Algunas partes perfectas de este todo venerado. Agigantadas, para estudiarlas como bajo una lupa. Y en escala joya, para atesorarlas y disfrutarlas sobre el cuerpo.

Una exploración al territorio interior. Una representación de extracciones visibilizando lo invisible.

El todo, representado por algunas de sus partes, y también parte de un todo más completo. Extraordinarias metonimias de bronce, resina, hierro, papel.